En el primer domingo de Adviento y tras tres días de actividades intensas, el papa León XIV concluyó este viernes su primer viaje apostólico a Turquía, una visita que combinó gestos históricos, encuentros ecuménicos y un firme llamado a la concordia entre los cristianos. El Pontífice llegó el jueves al país y culminó su estadía con una ceremonia en la Catedral Patriarcal de San Jorge, en Estambul, donde presidió una solemne Divina Liturgia junto a autoridades religiosas ortodoxas.
Durante la celebración, León XIV invitó a las distintas Iglesias cristianas a “no retroceder” en el camino hacia la unidad. Recordó que, a pesar de los conflictos y malentendidos que marcaron siglos de distancia entre ambas tradiciones, “cristianos de todas las Iglesias estamos llamados a considerarnos hermanos y a amarnos como tales”.
El Papa evocó también el hito que hace seis décadas abrió una nueva etapa en la relación entre la Iglesia Católica y el Patriarcado Ortodoxo: el gesto conjunto entre Pablo VI y el Patriarca Atenágoras, quienes eliminaron las excomuniones recíprocas decretadas en 1054. Ese acto, señaló, fue “el inicio de un camino de paz, diálogo y unidad” que hoy sigue siendo prioridad.
En su mensaje final en suelo turco, León XIV planteó tres grandes desafíos compartidos por las Iglesias: la construcción de la paz, la crisis ecológica y el uso responsable de las nuevas tecnologías.
Ante un escenario internacional marcado por los conflictos, pidió a católicos y ortodoxos convertirse en “artesanos de paz”, recordando que esta “no es sólo fruto del esfuerzo humano, sino un don de Dios”. En ese sentido, subrayó la necesidad de oración, discernimiento y compromiso concreto para que los gestos y acciones “estén al servicio de la paz verdadera”.
El segundo desafío fue el ambiental. El Papa insistió en que la crisis ecológica exige “una conversión personal y comunitaria” capaz de impulsar un cambio de mentalidad en el cuidado de la creación. “Somos llamados a actuar como custodios de la casa común”, remarcó.
Finalmente, advirtió sobre el impacto de las nuevas tecnologías y subrayó la necesidad de usarlas “de manera responsable”, resaltando que su enorme potencial debe estar orientado al desarrollo humano integral y no a la exclusión o el daño social.
El papa León XIV partió rumbo al Líbano tras su mensaje de despedida, dejando como eje central de su paso por Turquía la invitación a fortalecer la fraternidad y trabajar unidos por un mundo más pacífico y justo.
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