El príncipe William de Inglaterra rompió este martes el habitual silencio de la Casa Real británica sobre cuestiones de índole política para pedir el fin «cuanto antes» del conflicto en la Franja de Gaza, al señalar que «demasiadas personas han muerto» desde el inicio de las hostilidades el 7 de octubre.
«Estoy profundamente preocupado por el terrible costo humano del conflicto en Medio Oriente», lamentó el hijo mayor del rey Carlos III, quien dijo compartir el sentimiento de «muchas» otras personas que esperan el cese de la violencia y han evitado criticar a Israel.
Apuntó que hay una «necesidad desesperada» de que aumente la ayuda humanitaria a Gaza, pero también reclamó por la liberación de los rehenes, horas antes de un acto en el que escuchará de primera mano testimonios sobre la asistencia a la Franja, informaron medios británicos.
En los próximos días, el príncipe mantendrá reuniones y participará de diversas actividades relacionadas con el envío de ayuda humanitaria a Gaza, así como de una charla en una sinagoga con jóvenes de diversas comunidades y religiones para debatir sobre el ascenso del antisemitismo en el mundo.
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La Casa Real británica es especialmente cuidadosa en cuanto a las potenciales lecturas políticas de sus declaraciones públicas, lo que hace que sus miembros habitualmente no se pronuncien sobre cuestiones de actualidad.
Sin embargo, en octubre, cuando comenzó el conflicto entre Israel y Hamas, el príncipe William y su esposa Kate emitieron un comunicado en el que expresaban su preocupación por los eventos que se desarrollaban en Medio Oriente. El actual rey sí hizo especial campaña en la lucha contra el cambio climático.
El príncipe William, primero en la línea de sucesión, obtuvo más protagonismo después de que su padre fuese diagnosticado de cáncer a principios de mes, por lo que debió anular su agenda pública y limitar su trabajo. Aún no se sabe cuándo volverá a la plena actividad.
Hamas lanzó un ataque inédito contra el sur de Israel en represalia por los 67 años de ocupación ilegal israelí de territorios palestinos, en el que mató a 1.200 personas, según datos del Gobierno israelí.
Israel comenzó una incesante campaña de sangrientos bombardeos y ataques terrestres que segaron la vida de casi 30.000 palestinos, la mayoría mujeres, adolescentes y niños, según información del Ministerio de Salud de Hamas, que gobierna la Franja desde 2007