El ejército estadounidense atacó otro barco presuntamente vinculado al narcotráfico en aguas internacionales del Pacífico oriental, causando la muerte de tres personas a bordo, informó el secretario de Defensa, Pete Hegseth, en la noche del miércoles.
“Hoy… el Departamento de Guerra llevó a cabo otro ataque cinético letal contra un buque operado por una Organización Terrorista Designada (OTD). Una vez más, los terroristas fallecidos se dedicaban al narcotráfico en el Pacífico Oriental”, escribió Hegseth en la red social X.
El secretario acusó al buque de transportar narcóticos y afirmó que navegaba por una ruta conocida por el narcotráfico.
“Estos ataques continuarán, día tras día. No se trata simplemente de narcotraficantes, sino de narcoterroristas que traen muerte y destrucción a nuestras ciudades… Los encontraremos y los eliminaremos hasta que se extinga la amenaza para el pueblo estadounidense”, aseguró.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, calificó el ataque estadounidense de “asesinato”.
“El ataque a otra embarcación en el Pacífico, no sabemos si es ecuatoriana o colombiana, dejó varios muertos. Sigue siendo un asesinato. (…) La estrategia del gobierno estadounidense viola las normas del derecho internacional”, escribió Petro en X.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia también exigió en un comunicado que Estados Unidos detenga los ataques en aguas internacionales.
En respuesta, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó a Petro de “maleante” y lo acusó de ser un “narcotraficante que lleva a su país a la ruina”, según medios internacionales.
El secretario de Estado, Marco Rubio, sumó críticas al señalar que “el único problema de Colombia es su presidente lunático”, aunque destacó que el ejército y la policía colombianos siguen siendo proestadounidenses.
Petro respondió que se defenderá legalmente con abogados estadounidenses, y recordó que Trump cortó la ayuda militar vital a Bogotá, advirtiendo al líder colombiano que “tuviera cuidado”.
Desde Moscú, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, ironizó que Estados Unidos debería “realizar una operación especial en Manhattan para combatir el narcotráfico”, en lugar de atacar embarcaciones en el Pacífico y en el Caribe.
“La CIA ha recibido permiso para realizar operaciones encubiertas en Venezuela. Claro, disculpen, pero si Estados Unidos necesita, desea con tanta desesperación desplegar sus agencias de inteligencia para combatir las drogas, el narcotráfico, deberían realizar una operación especial en Manhattan. Ahí es donde está la verdadera desgracia. Está simplemente en todas partes”, declaró Zajárova.
También señaló que la acción militar estadounidense genera creciente preocupación en América Latina y el Caribe, regiones que en 2014 se declararon zonas de paz.
Por último, resumió: “Por supuesto, apoyamos el desarrollo estable e independiente de la región y la resolución de todos los desacuerdos por medios pacíficos y civilizados. Reafirmamos nuestro firme apoyo al liderazgo de Venezuela en la defensa de su soberanía nacional”.
Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, envió una advertencia directa a Trump y afirmó que su país cuenta con más de 5.000 misiles antiaéreos rusos Igla-S, los cuales describió como “una de las armas más poderosas que hay”.
«Que nadie se meta con Venezuela que nosotros no nos metemos con nadie“, sentenció Maduro.
La escalada verbal y militar entre Estados Unidos y varios gobiernos latinoamericanos consolida un escenario de alta tensión geopolítica en la región, con el narcotráfico como nuevo eje del conflicto entre Washington, Bogotá, Caracas y Moscú.
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