Europa: el «centro» mantiene el poder

Más allá del crecimiento de la ultraderecha en algunos países clave, la principal alianza pro Unión Europea de los partidos de centroderecha, centroizquierda, liberales y verdes se aferró a su mayoría

Europa: el "centro" mantiene el poder

En las calles parisinas hubo manifestaciones contra el avance de la derecha radical en las elecciones europeas.

Con la excepción de los gobiernos de Francia y Alemania, las elecciones para el Parlamento Europeo dejaron al centro en una buena posición. Como predijeron las encuestas, la principal alianza pro Unión Europea (UE) de los partidos de centroderecha, centroizquierda, liberales y verdes en el Parlamento Europeo se aferró, con bastante comodidad, a su mayoría. La ultraderecha no fue una ganadora masiva en la UE, salvo que sus triunfos fueron más impactantes.

Las fuerzas nacionales de extrema derecha de Europa lograron grandes avances y terminaron con poco menos de una cuarta parte de los eurodiputados en la asamblea de 720 escaños, su cifra más alta hasta la fecha. Sin embargo, no les fue uniformemente bien y en algunos lugares, les fue peor de lo previsto. Pero esas elecciones dejaron “ganadores y perdedores” en figuras de peso que gobiernan grandes naciones europeas, como la italiana Giorgia Meloni que se impuso con claridad y el francés Emmanuel Macron, el alemán Olaf Scholz, o Pedro Sánchez en España, que sufrieron en las urnas derrotas estruendosas, en el caso de los primeros, y más “decorosa” en el caso español.

La presidente de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, dijo ayer que “los resultados mostraban que su Partido Popular Europeo” (PPE), el bloque multinacional que ahora se prevé que obtenga la mayor cantidad de escaños, aún podría actuar como un ancla de estabilidad”. En ese marco, pidió a sus aliados políticos que “ayuden a protegerse contra los partidos extremistas”. “El centro está aguantando. Pero también es cierto que los extremos de izquierda y derecha han ganado apoyo. Es por eso que el resultado conlleva una gran responsabilidad para los partidos del centro”, dijo Von der Leyen en Bruselas.

La ultraderecha fue protagonista en algunos países y les fue espectacularmente bien. En Francia forzaron al presidente Emmanuel Macron a disolver la Asamblea Nacional. En Alemania derrotaron a la vapuleada coalición de Olaf Scholtz, el canciller. Hermanos de Italia, liderado por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, también fue un gran ganador, con un 28%. Pero fuera de esos tres grandes estados miembros –y de Austria, donde el FPÖ, como se había pronosticado durante mucho tiempo, terminó primero con un 26%– los puntajes de la extrema derecha a menudo fueron decepcionantes.

Manifestaciones en Francia en contra de la ultraderecha

Luego de unas elecciones europeas que causaron un revuelo en Francia (el partido del presidente Macron perdió a manos de la agrupación de Le Pen y disolvió el parlamento), miles de jóvenes marcharon el lunes en las principales ciudades, como París, Marsella o Rennes, en contra del auge de la extrema derecha en la región.

Piden la renuncia de Macron

El Kremlin destacó ayer el avance de las fuerzas de derechas en las elecciones al Parlamento Europeo, aunque admitió que “al parecer” habrá una mayoría proeuropea y proucraniana.

”Vemos una dinámica de aumento de la popularidad de los partidos de derecha. Esto se puede ver a simple vista”, afirmó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

Luego, el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev, afirmó que tras los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo, los líderes de Francia, Emmanuel Macron y Alemania, Olaf Scholz, “deben dimitir”.

Dimitió el primer ministro belga

El primer ministro belga, Alexander De Croo, dio un paso al costado luego de las elecciones del domingo. El liberal anunció, entre lágrimas, que tras los malos resultados de su formación, no seguirá como jefe de Gobierno en funciones hasta que se forme una nueva coalición.

Además de las europeas, Bélgica celebró el domingo las elecciones federales y regionales. Aunque no se produjo la temida victoria de la extrema derecha separatista flamenca de Vlaams Belang (VB), los resultados, malos para los liberales, llevaron a De Croo a dar el inesperado paso.

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