Hambruna extrema y ya afecta a corresponsales de guerra

La crisis humanitaria en la Franja de Gaza llegó a un punto límite: periodistas que cubren el conflicto con Israel denuncian que también enfrentan el hambre. Organizaciones internacionales alertan sobre una catástrofe sin precedentes.

Hambruna extrema y ya afecta a corresponsales de guerra

Se agudiza la crisis por hambruna en Gaza y ya afecta a los corresponsales de guerra.

La situación en la Franja de Gaza no deja de empeorar. Lo que comenzó como una emergencia humanitaria derivada del conflicto armado con Israel se ha transformado en una crisis de hambruna sin precedentes, que ahora alcanza incluso a los corresponsales de guerra que intentan documentar lo que sucede.

Uno de los casos más impactantes es el del fotoperiodista palestino Bashar Taleb, de 30 años, quien trabaja desde hace más de una década para la agencia France-Presse (AFP). Esta semana, a través de sus redes sociales, expresó su agotamiento: “Ya no tengo fuerzas para trabajar. Estoy delgado y ya no puedo seguir”.

Su mensaje encendió las alarmas en la comunidad internacional y fue seguido por un comunicado firmado por más de 100 organizaciones humanitarias, entre ellas Save the Children, Oxfam y Médicos Sin Fronteras, que denuncian una “hambruna masiva” en Gaza.

Millones al borde del colapso

Según datos de las Naciones Unidas, más de dos millones de palestinos enfrentan una inseguridad alimentaria crítica, con un aumento diario de muertes por desnutrición, que afecta especialmente a niños y adultos mayores.

En respuesta, la Fundación Humanitaria de Gaza (FGH) —una ONG respaldada por Estados Unidos e Israel— informó que desde mayo ha entregado 91 millones de unidades de alimentos, en su mayoría a través de cajas distribuidas por vía terrestre o lanzadas desde el aire. Sin embargo, especialistas advierten que esta asistencia no cubre las necesidades nutricionales básicas.

Un análisis realizado por la BBC y el profesor Stuart Gordon, de la London School of Economics, reveló que estas cajas, si bien aportan calorías, contienen casi exclusivamente productos secos como pasta, lentejas y harina. “Es una canasta de primeros auxilios que llena el estómago, pero deja una dieta vacía”, alertó Gordon. Añadió que una ingesta prolongada de estos alimentos puede provocar “hambre oculta”, anemia, escorbuto y otras enfermedades.

El drama de los periodistas

La Sociedad de Periodistas de AFP emitió un comunicado contundente: “Desde 1944, hemos tenido reporteros heridos o capturados, pero nunca uno que haya muerto de hambre”. Denuncian que, si no hay una intervención urgente, los últimos reporteros que permanecen en Gaza podrían morir.

Pese a recibir salarios, los corresponsales enfrentan precios desorbitantes, escasez total de productos y la virtual desaparición del sistema bancario, lo que dificulta cualquier operación para conseguir alimentos.

“Nos negamos a verlos morir”, afirmaron los colegas de Taleb. “Nos arriesgamos a enterarnos de sus muertes en cualquier momento y eso es insoportable”.

Acusaciones cruzadas

Mientras las autoridades israelíes aseguran estar facilitando la entrada de ayuda humanitaria conforme al derecho internacional, la comunidad internacional y las organizaciones humanitarias denuncian restricciones y controles que impiden una distribución efectiva.

La situación de los periodistas se ha convertido en un símbolo de una tragedia humanitaria sin precedentes, que amenaza con silenciar incluso a quienes arriesgan sus vidas para contar lo que sucede. La urgencia de una solución real y sostenida crece a cada hora en medio de un drama que ya ha desbordado los límites de lo tolerable.

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