Israel rechazó ayer las condiciones reclamadas por Hamás para la liberación de los ciudadanos israelíes a los que mantiene como rehenes desde el 7 de octubre, día en que lanzó su sorpresivo ataque que derivó en la guerra que se libra en la Franja de Gaza.
“Hasta ahora hemos traído a casa a 110 rehenes y pretendemos traerlos a todos de vuelta; estoy trabajando sin descanso en esto, pero seamos claros: rechazo categóricamente las condiciones de Hamás”, afirmó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. “A cambio de la liberación de nuestros rehenes, Hamás exige el fin de la guerra, la retirada de nuestras fuerzas de Gaza, la liberación de todos los asesinos”, dijo.
“Si aceptamos esto, nuestros soldados habrán caído en vano; si aceptamos esto, no podremos garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos”, agregó el premier.
Netanyahu respondió de ese modo a un documento emitido ayer por Hamás, el primero desde el 7 de octubre, en el que el movimiento islamista palestino sostuvo que su ataque de ese día a Israel fue una “etapa necesaria” y reclamó el fin de la guerra como condición para liberar a los israelíes que aún mantiene cautivos. Allí, Hamas admitió que “quizás ocurrieron algunos errores durante la operación” debido “al rápido colapso de la seguridad israelí y el sistema militar, y el caos en las zonas fronterizas con Gaza”.
Además, el primer ministro israelí le reiteró al presidente estadounidense, Joe Biden, su oposición a la “soberanía palestina” en la Franja de Gaza. Ambos dirigentes mantuvieron una conversación telefónica el viernes por primera vez en casi un mes, tras la cual Biden declaró que todavía es posible que Netanyahu acepte alguna forma de Estado palestino.
“En la conversación de anoche con el presidente Biden, el primer ministro Netanyahu repitió su posición constante durante años, que también expresó en una conferencia de prensa el día anterior: después de la eliminación de Hamás, Israel debe mantener el control total de la seguridad de la Franja de Gaza para garantizar que Gaza ya no represente una amenaza para Israel, y esto entra en conflicto con las demandas de soberanía palestina”, dijo el comunicado emitido por la oficina del premier.