La primera de estas iniciativas, denominada Ley de Protección de la Salud de la Mujer, busca establecer el derecho legal para que las mujeres que quieran interrumpir su embarazo puedan recibir atención médica y servicios de aborto.
La Cámara dio el visto bueno a este texto con 219 votos a favor y 210 en contra -ningún republicano votó a favor-, y ahora le toca al Senado completar la sanción.
La segunda propuesta legislativa es la llamada Ley de Garantía de Acceso al Aborto, que apunta a contrarrestar los esfuerzos de algunos gobiernos estatales para prohibir desplazarse a otros puntos de Estados Unidos donde el aborto sea legal.
La intención es que ninguna persona que actúe bajo la ley estatal pueda prevenir o tomar represalias contra una persona que cruce las fronteras estatales para recibir servicios de aborto, según recoge la cadena estadounidense de noticias ABC, citada por la agencia de noticias Europa Press.
Esta segunda iniciativa consiguió el respaldo de 223 miembros de la Cámara de Representantes, mientras que otros 205 se posicionaron en contra.
Con todo, para que los dos proyectos tengan el aval definitivo, el oficialismo necesita que al menos 10 republicanos del Senado -donde cada bloque tiene 50 integrantes- se vuelquen a favor.
Desde el fallo de la Corte Suprema, el oficialista Partido Demócrata reforzó su discurso político respecto al derecho al aborto con la esperanza de que la cuestión movilice al electorado más progresista en los comicios intermedios de noviembre.
«Debemos asegurarnos de que el pueblo estadounidense recuerde en noviembre, porque con dos senadores demócratas más, podremos eliminar el obstruccionismo cuando se trata del derecho de la mujer a elegir y hacer de la libertad reproductiva la ley del país», subrayó la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Y siguió: «Es indignante que 50 años después, las mujeres debamos luchar nuevamente por nuestros derechos más básicos contra un tribunal extremista y el Partido Republicano. Los demócratas están honrando la verdad básica: las decisiones de salud más íntimas de las mujeres son suyas».
Ya la semana pasada el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva para defender el aborto y aprovechó para tildar de «extremo» y «totalmente incorrecto» la decisión de la Corte.
La orden insta al Departamento de Salud a tomar medidas para garantizar el acceso a la medicación abortiva, busca aumentar la protección del personal sanitario que realiza estas prácticas en el marco de la Ley de Trabajo y Tratamiento Médico de Emergencia, y defiende la privacidad de las pacientes.
Actualmente, 13 de los 50 estados imponen restricciones a la interrupción voluntaria del embarazo y en algunos, como Texas, el veto es total.