Cuatro niños indígenas del sureste de Colombia fueron encontrados con vida el pasado fin de semana después de pasar 40 días a la deriva en una de las regiones más densas y agrestes del mundo.
El milagroso rescate tuvo lugar después de que la avioneta en la que viajaban con su madre y dos adultos se estrellara el 1 de mayo. En el accidente murieron la madre de los niños, un dirigente indígena y el piloto de la aeronave.
Después de una intensa búsqueda, los niños fueron localizados el viernes por el ejército y trasladados al Hospital Militar en Bogotá, donde están recibiendo tratamiento. Los medios calificaron el hecho como un «milagro» y elogiaron el heroísmo del ejército en la operación de rescate.
Sin embargo, Alex Rufino, un indígena ticuna experto en la selva, destacó que esta narrativa refleja una falta de comprensión de la cosmovisión indígena.
Según Rufino, los niños no estaban perdidos, sino en su propio entorno, bajo el cuidado de la selva y el conocimiento transmitido a lo largo de generaciones por las poblaciones indígenas.
En este sentido, señaló que los niños estaban más en peligro fuera de la selva, enfrentando el juicio de aquellos que desconocen la forma de vida y la cosmovisión de los pueblos originarios de Colombia.
El fotógrafo y profesor de la Universidad Nacional, quien habló con el medio internacional BBC Mundo, resaltó que los niños han aprendido a sobrevivir en la selva a través de la observación, la intuición y la guía de los animales.
También han desarrollado técnicas para purificar el agua, protegerse de los insectos y encontrar alimento. Rufino destaca en este sentido que la selva es un entorno oscuro y peligroso, pero para las comunidades indígenas es un lugar de respeto y conexión espiritual con la naturaleza.
Rufino subraya la importancia de comprender y respetar las distintas cosmovisiones presentes en los territorios indígenas. Aunque la narrativa del milagro ha captado la atención, él enfatiza que la selva tiene seres protectores y energías milenarias que las comunidades indígenas han aprendido a reconocer y aprovechar.
Además, destacó que esta experiencia será un aprendizaje duradero para los niños y espera que se les brinde el respeto y la dignidad que merecen, así como la preservación de su cultura y territorio.
Continúa la búsqueda de Wilson, perro clave en el rescate
El Ejército colombiano informó hoy que continúa la búsqueda de Wilson, el perro rastreador que participó del rescate. Tras haber colaborado en la misión, está perdido en la vegetación amazónica.
«Los soldados continúan la operación para encontrar a nuestro amigo de 4 patas. La búsqueda no ha finalizado. Nuestra premisa: ninguno se queda atrás», expresó la institución en su cuenta de Twitter.
Así lo difundieron acompañado de fotos del pastor belga malinois de seis años, que se perdió en la espesura amazónica del sur del país mientras rastreaba a los cuatro niños indígenas de 13, 9, 5 y un año que sobrevivieron al accidente aéreo registrado el 1 de mayo y que fueron localizados el viernes.
En otro de sus mensajes vía Twitter, el Ejército de Colombia difundió un dibujo realizado por los niños durante su recuperación, con el que «recordaron el inmenso esfuerzo de nuestros soldados» y el perro Wilson.
Días atrás, Astrid Cáceres, directora de la entidad estatal que vela por los derechos de los niños, dijo que los menores indicaron haberse encontrado con un perro en la selva, sin precisar si se trataba de Wilson.
Lesly, de 13 años y la mayor de los hermanos, «nos contó del perrito», manifestó la funcionaria a la prensa local, y añadió que los niños hablan «del perrito que se les perdió, que no saben dónde quedó y que los acompañó un rato».
Según informó el Ejército, el can fue clave en las operaciones de búsqueda, ya que encontró en medio de la vegetación el biberón de Cristin, la menor que cumplió un año durante la asombrosa travesía por un hábitat donde rondan jaguares, pumas, serpientes y otros depredadores.