En un fallo histórico, la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó ayer que los presidentes tienen inmunidad “absoluta” para actos claramente oficiales, pero no tienen inmunidad para actos no oficiales. Así, varios de los casos por los que se juzga al ex presidente y actual candidato republicano Donald Trump deberán volver a ser examinados bajo esta lupa en tribunales inferiores, lo que probablemente suceda luego de las elecciones presidenciales de noviembre.
“Este es un gran triunfo para nuestra Constitución y nuestra democracia. Orgulloso de ser estadounidense”, festejó enseguida Trump en su red social Truth Social.
La campaña de Biden dijo que este fallo no cambiaba nada. “Trump ya está compitiendo como un convicto”, en referencia a su condena por el caso de pagar a una actriz porno durante su campaña. Y se refirió al ataque al Capitolio: “El cree que está por encima de la ley y que es capaz de hacer cualquier cosa para ganar”, agregó.
Más allá de lo que diga la campaña de Biden, el fallo, con seis jueces a favor y tres en contra, es un gran triunfo para Trump y corona un período que en los últimos días ha sido muy beneficioso para su campaña, luego del debate del jueves pasado en el que resultó claro ganador ya que su rival, el presidente demócrata Joe Biden, tuvo una performance muy complicada.
Los abogados del ex presidente sostuvieron que Trump tenía derecho a inmunidad absoluta de los cargos, basándose en una amplia comprensión de la separación de poderes y en un precedente de la Corte Suprema de 1982 que reconocía dicha inmunidad en casos civiles por acciones tomadas por los presidentes dentro del “perímetro exterior” de sus responsabilidades oficiales.