El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó ayer un cese del fuego en Ucrania de 36 horas a partir de hoy, tras el pedido del patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa Kirill de suspender las operaciones militares para la Navidad ortodoxa, un anuncio tildado de “hipócrita” por el Gobierno ucraniano, que pidió a Moscú que sus tropas abandonen el país.
“Teniendo en cuenta el llamado de su santidad el patriarca Kirill, instruí al ministro de Defensa que ordene un régimen de cese el fuego en toda la línea de contacto entre los bandos en Ucrania a partir de las 12 (las 6 en la Argentina) del 6 de enero de este año hasta las 24 (las 18 en la Argentina) del 7 de enero”, dijo el Kremlin en un comunicado.
El asesor de la presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, respondió en Twitter al anuncio de Moscú: “Rusia debe abandonar los territorios ocupados, solo entonces habrá una ‘tregua temporal’. Guárdense su hipocresía”.
En ese marco, Putin le aseguró a su par turco, Recep Tayyip Erdogan, que su Gobierno está dispuesto a encarar un diálogo de paz con Ucrania, siempre y cuando Kiev reconozca “las nuevas realidades territoriales” que, afirma, arrojó hasta ahora la guerra entre ambas naciones.
Al mencionar las “nuevas realidades territoriales”, el mandatario ruso se refiere a las provincias de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jerson, donde sus tropas realizaron ocupaciones parciales que les permitieron establecer gobiernos, si bien en las cuatro hay zonas donde permanece el dominio de las autoridades ucranianas.