En ese sentido, instó a los países a incrementar la vigilancia, los testeos y el proceso de identificación de las cepas. “Si esperan a que sus hospitales empiecen a llenarse, será demasiado tarde. No esperen. Actúen ahora”, sostuvo el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien además informó que, hasta el momento, un total de 57 países ya notificaron la presencia de Ómicron en sus territorios.
A pesar de que la variante Delta sigue siendo la predominante en el mundo, se espera que los países que reporten casos de la nueva cepa vayan en incremento en las próximas semanas, debido a que el gran número de mutaciones con la que esta cuenta, hace suponer que su propagación será más veloz. Por ello, el máximo funcionario de la OMS pidió que “aumenten la vigilancia, las pruebas y la secuenciación. Las pruebas de diagnóstico existentes funcionan, tanto la PCR como las pruebas rápidas basadas en antígenos”.
En consonancia con el director general de la OMS, el doctor Michael Ryan, funcionario de la OMS, dijo: “Si permitimos que los virus se transmitan sin control, generarán más. Ya lo vimos con la Delta y con otras variantes. Si se permite que se propaguen sin control, aunque no sean individualmente más virulentos o letales, simplemente generan más casos. Ejercen presión sobre el sistema sanitario y mueren más personas. Eso es lo que podemos evitar”.
Sudáfrica fue el primer país en reportar ante la OMS la presencia de Ómicron, el 24 de noviembre, aunque luego se supo que la variante ya circulaba por Europa antes de dicha fecha.