Pese a la publicitada anexión de cuatro provincias ucranianas (ver Rusia…), las fuerzas rusas están en dificultades en la parte septentrional de la región de Jerson, en el sur del país, donde el Ejército local sostiene una contraofensiva desde hace varias semanas que redobló en los últimos días para anticiparse al envío de reservistas desde el otro lado de la frontera, logrando el repliegue de las fuerzas invasoras.
En efecto, el gobernador impuesto por Rusia en Jerson, Vladimir Saldo, admitió el lunes un “avance” de las fuerzas locales e incluso aceptó la pérdida del control de la localidad de Dudchany, aunque afirmó que la aviación rusa frenó a las tropas locales. Su adjunto Kirill Stremousov dijo en efecto ayer, en las redes sociales, que el avance ucraniano había sido frenado y que “no hay que entrar en pánico”.
Pero lo cierto es que un mapa militar mostrado por el Ministerio de Defensa ruso en su sesión informativa diaria confirmó un importante repliegue de sus fuerzas en zonas de la provincia de Jerson, unas de las regiones anexadas por Moscú. El mapa muestra que las fuerzas rusas abandonaron un gran número de localidades en la región, entre ellas la citada Dudchany, en el contexto de la contraofensiva ucraniana. Además, según las imágenes, en la región de Jarkov, en el noreste del país, los rusos abandonaron casi la totalidad de la ribera oriental del río Oskil, que era la última zona del territorio que todavía controlaba, tras ser derrotados en este frente por otra contraofensiva ucraniana.
“Están abandonando sus posiciones y se retiran a una distancia segura, destruyen sus inventarios de municiones e intentan destruir los puentes”, celebró ayer el Ejército ucraniano, que sin embargo no ofreció información precisa sobre las operaciones en curso en la región de Jerson. Lo cierto es que la resistencia ucraniana está recuperando territorio de manera acelerada, a la espera de una nueva ofensiva rusa, que pretende convocar a unos 300.000 nuevos soldados para revitalizar la guerra en el país europeo. Sin embargo, al obligar a los rusos a retirarse de casi toda la región nororiental de Jarkov y Lyman, el Ejército ucraniano se encuentra ahora en una posición fuerte para atacar a los invasores que ocupan la vecina región de Lugansk, cuya frontera se encuentra a menos de 25 kilómetros de Lyman por carretera. La contraofensiva promete intensificarse
Rusia confirmó las anexiones
El Consejo de la Federación de Rusia, la cámara alta del Parlamento, ratificó ayer en forma unánime la anexión a Rusia de los territorios ucranianos de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia, ocupados por las tropas rusas tras la invasión.
La decisión de los senadores tuvo lugar en una sesión plenaria celebrada apenas un día después de que la Duma Estatal, la Cámara Baja, ratificara igualmente por unanimidad esta anexión, aprobada la semana pasada por el presidente Vladimir Putin.
Los tratados ratificados por el Parlamento fijan las fronteras de estas regiones y contemplan que pasen a conformase como repúblicas -en el caso de Donetsk y Lugansk- o regiones -Jerson y Zaporiyia-, todas con jefes de gobierno que recibirán el estatus de gobernador.
Será precisamente Putin quien nombrará durante los próximos diez días a los gobernadores de las cuatro regiones, que se encuentran en el este de Ucrania.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, rechazó las anexiones al considerarlas “nulas” y cerró la puerta a cualquier negociación con Rusia al firmar un decreto que veta la posibilidad del diálogo, una medida solicitada por el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa ucraniano.