Pese al clima de tensión política, el aumento de la inflación y el descontento social, el gobernante Partido Demócrata retuvo el control del Senado de Estados Unidos (EE.UU.) en las elecciones legislativas. Se trata de un gran triunfo para el presidente, Joe Biden, que hará más difícil a la oposición republicana frustrar su agenda presidencial en los dos años que aún le quedan de gestión.
La demócrata Catherine Cortez Masto retuvo la banca del Senado de Nevada, con lo cual el partido que controla la Casa Blanca se queda con 50 de los 100 escaños de esa cámara. Eso le asegura a los demócratas una mayoría ya que la vicepresidenta, Kamala Harris, en su carácter de presidenta del Senado, mantendrá el poder de desempate.
La campaña electoral estuvo signada por la presencia del ex presidente Donald Trump. Bajo su lema de Hagan a Estados Unidos Grande Otra Vez (en inglés se abrevia por sus siglas MAGA), hizo campaña por cientos de candidatos a bancas del Congreso en los comicios del 8 de noviembre, con suerte variada. Trump, que sigue sosteniendo que Biden le robó la elección de 2020, tiene previsto lanzar esta semana su precandidatura para volver a competir por la Casa Blanca.
No obstante, el Congreso se hizo eco del apoyo ciudadano a los demócratas. “Hemos hecho muchas cosas y haremos muchas más por el pueblo estadounidense”, dijo el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer. “El pueblo estadounidense rechazó sólidamente la dirección antidemocrática, autoritaria, repugnante y divisionista en la que los republicanos MAGA querían llevar al país”, agregó Schumer.
Biden celebró el logro desde Camboya, donde participó en el encuentro anual de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y aprovechó para reunirse por separado con algunos de sus socios. También achacó a Trump el magro desempeño de los republicanos en las elecciones para renovar el Congreso. De alguna manera, Biden sigue respondiendo a las acusaciones de fraude. Desde Asia dijo que las mentiras de Trump de que hubo fraude en 2020, entre otras cosas, provocaron una crisis de identidad en el Partido Republicano.