El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, regresó ayer sano a Brasilia, luego de nueve días de recuperación tras una cirugía por una hemorragia cercana al cerebro, causada por un accidente doméstico en la residencia oficial en octubre.
El mandatario recibió el visto bueno para regresar a la capital, tras someterse a una tomografía de control por la mañana. Según indicó la presidencia brasileña en un mensaje en la red social X, Lula se dirigió de forma directa al aeropuerto paulista tras recibir la autorización, y llegó a su residencia oficial en Brasilia a comienzos de la tarde.
El alta lo libera para retomar todas sus actividades normalmente, aunque tiene restringido el ejercicio físico. “El resultado del examen es extremadamente satisfactorio, está bien. El hematoma simplemente ya no existe”, resumió Roberto Kalil, médico de Lula, aunque añadió que el mandatario tiene previsto un nuevo examen de control para dentro de 10 días.
“Puede ejercer sus actividades normalmente, todo está perfecto desde el punto de vista cognitivo, puede trabajar”, agregó el doctor. Por otro lado, el real de Brasil cayó el miércoles a su nivel más bajo frente al dólar desde que la moneda fue introducida en 1994.
Ayer, seguía el nerviosismo en las casas de cambio y en la Bolsa de San Pablo, mientras la moneda estadounidense alcanzaba un nuevo récord de 6,30 reales por billete verde.
Un proyecto de ley respaldado por Lula que pretende recortar 70.000 millones de reales (11.000 millones de dólares) en gasto público está siendo debatido en la Cámara de Diputados de Brasil. Sin embargo, algunos operadores del mercado han dicho que es insuficiente para fortalecer las finanzas de Brasil.