México rompió relaciones con Ecuador

Agentes ecuatorianos irrumpieron con carros blindados en la embajada en Quito y capturaron al ex vicepresidente Jorge Glas, condenado en dos causas por corrupción y a quien el Gobierno mexicano había concedido asilo político

México rompió relaciones con Ecuador

Jorge Glas fue arrestado en una cárcel de máxima seguridad en Guayaquil.

México rompió relaciones con Ecuador. La medida fue adoptada después de que la policía ecuatoriana asaltase con carros blindados y agentes enmascarados la Embajada de México en Quito en la noche del viernes, y se llevase a la fuerza al ex vicepresidente Jorge Glas, que horas antes había recibido asilo político del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Glas, mano derecha del ex presidente Rafael Correa, fue en su día uno de los políticos más poderosos de Ecuador y el correísmo llegó a pensar en él como candidato a las elecciones presidenciales del año pasado, que ganó el actual mandatario, Daniel Noboa. En las siguientes horas, Glas debía recibir un salvoconducto de las autoridades ecuatorianas que le permitiera volar a Ciudad de México, pero en lugar de eso, Noboa ordenó su captura inmediata. Sobre el ex vicepresidente, quien en diciembre buscó refugio en la legación mexicana cuando un juez pidió su arresto, pesan dos condenas por corrupción de las que ha cumplido cinco años de cárcel. Los policías rompieron las rejas con cortafríos y zarandearon a un diplomático mexicano que trataba de impedir la violación del espacio consular, protegido por el derecho internacional. Los agentes se llevaron a Glas en una furgoneta negra con cristales tintados y, posteriormente, fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad de La Roca, en Guayaquil.

El jefe de la Cancillería y Asuntos Políticos de la Embajada, Roberto Canseco, se encontraba dentro del edificio cuando irrumpió la policía. “A riesgo de mi vida defendí el honor y soberanía de mi país. Esto no puede ser, es increíble que haya sucedido algo así. Estoy muy preocupado porque puedan matarlo [a Glas]. No hay ningún fundamento para hacer esto. Estábamos por salir y de repente nos encontramos con policías, con ladrones que entraron en la noche en la Embajada”, contó.

El presidente de México anunció, casi de manera inmediata, la ruptura de las relaciones con Ecuador. “Se trata de una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México, por lo cual le he instruido a nuestra canciller que emita un comunicado sobre este hecho autoritario, proceda de manera legal y de inmediato declare la suspensión de relaciones diplomáticas con el gobierno de Ecuador”, escribió López Obrador en redes sociales.

La secretaria de Relaciones Exteriores mexicana, Alicia Bárcena, añadió que el derecho de asilo es sagrado y pidió a todo su personal diplomático que abandone el país. México acudirá a la Corte Internacional de Justicia para “denunciar la responsabilidad de Ecuador por violaciones al derecho internacional”. La Convención de Viena establece que las embajadas son territorios de soberanía nacional e inviolables.

Glas, vicepresidente con Correa, se refugiaba en la Embajada mexicana para evitar entrar en prisión de nuevo —ya cumplió cinco años— por dos casos de corrupción en los que se ha visto envuelto. El propio Correa se encuentra en Bélgica asilado por otra sentencia en su contra. El correísmo asegura que se trata de dos casos de lawfare, la persecución judicial que ejercen los políticos gobernantes contra sus oponentes.

En tanto, la detención de Glas amenaza con quebrar el pacto de gobernabilidad que sostenía al gobierno del presidente Noboa. Es que el partido de Correa ya se posicionó dentro de la oposición más dura al oficialismo y hasta pidió la renuncia del mandatario. “Noboa ha demostrado claramente que no tiene la capacidad de gobernar”, dijo Luisa González, máxima líder de Revolución Ciudadana. “Le exigimos que presente su renuncia al cargo”, añadió en una rueda de prensa en Quito.

La región latinoamericana respaldó al gobierno de López Obrador

Las autoridades de Venezuela, Cuba, Brasil, Chile y Honduras fueron las primeras en comunicar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador su respaldo frente a la incursión protagonizada por la policía ecuatoriana en la embajada de México en Quito para detener al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, asilado político dentro de la legación.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, trasladó a las autoridades mexicanas su “solidaridad ante la inaceptable violación de su Embajada en Quito”. “Debe respetarse por todos la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que es un componente esencial del Derecho Internacional”, dijo.

El presidente brasileño, Lula da Silva, también se expresó en X. “Toda mi solidaridad para el presidente y amigo López Obrador”, escribió.

Por su parte, el presidente chileno, Gabriel Boric, escribió en su cuenta en X: “Toda nuestra solidaridad con México ante la inaceptable violación de su soberanía mediante la irrupción de la policía ecuatoriana en la embajada de México en Quito. Un abrazo fraterno a López Obrador”.

También la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, condenó “el asalto” a la embajada, en lo que describió como una operación para “secuestrar” al ex vicepresidente.

En un comunicado más amplio, Venezuela condenó una incursión nunca vista “ni en las más atroces dictaduras en la región, como la de Augusto Pinochet en Chile o Jorge Rafael Videla en la Argentina, creando un preocupante antecedente para Ecuador y el mundo”.

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