Las ofensivas rusas volvieron a impactar ayer en Odesa, donde al menos un adolescente de 15 años murió y otro menor resultó herido en un ataque con misiles contra la ciudad portuaria, que podría sumar víctimas en las próximas horas.
“Un ataque con misiles en Odesa dañó un edificio en el que se encontraban cinco personas. Un chico de 15 años murió, otro menor fue trasladado al hospital”, anunció el Ayuntamiento de la ciudad, sin dar detalles sobre la suerte de los otros tres ocupantes del edificio. Las autoridades habían denunciado el ataque con misiles sobre infraestructuras civiles de la ciudad ubicada a orillas del mar Negro, y detallaron que un edificio religioso estaba entre los más dañados. Se trataría de una iglesia ortodoxa del Patriarcado de Moscú, afirmó el secretario del Consejo de Seguridad ucraniano, Oleksiy Danilov.
“Hoy, el enemigo ha disparado un misil contra una de las instalaciones de Odesa. Desafortunadamente, hay muertos y heridos”, señaló por su parte el Ayuntamiento local. Además, otro cohete ruso dañó un puente de importancia estratégica a través del estuario del Dniester, al oeste de Odesa, donde el río Dniester desemboca en el mar Negro. El gobernador Maxim Marchenko calificó al Ejército ruso de “escoria terrorista” y aseguró que las fuerzas ucranianas trabajarán “hasta que no quede ningún ocupante vivo en Ucrania”.
Por su parte, el gobernador de la provincia rusa de Belgorod, Viacheslav Gladkov, informó de “dos potentes explosiones” que no causaron daños en esa región fronteriza con Ucrania. “Hace media hora me despertaron dos potentes explosiones, que no causaron pérdidas personales ni materiales, según el centro operativo. En las redes sociales aparecieron imágenes de llamaradas en el cielo”, escribió el gobernador en su cuenta de Telegram. A la vez, el gobierno ucraniano informó que sus aviones no tripulados destruyeron dos patrullas de Rusia que navegaban en el mar Negro. “Dos barcos de Rusia de la clase Raptor fueron destruidos cerca de la isla Zmiinyi (Serpiente) en la madrugada de hoy”, dijo el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valerii Zaluzhny.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) afirmó ayer que al menos 3.153 civiles murieron desde la invasión rusa a Ucrania el 24 de febrero, 254 más que el viernes pasado, aunque las dificultades de verificación sugieren que la cifra es considerablemente mayor. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) aseguró que registraron 6.469 civiles afectados desde el inicio de las acciones bélicas: entre las 3.153 muertes hay 226 niños, mientras que 3.316 civiles más resultaron heridos.
La mayoría de las bajas civiles fueron causadas por armas explosivas con una amplia área de impacto, incluidos bombardeos de artillería pesada y sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes, misiles y ataques aéreos, según el informe de la ONU. Acnudh agregó que sospecha que el número real de víctimas es mucho más elevado, ya que se retrasó la recepción de información de algunos lugares donde se produjeron hostilidades.
Por su parte, la fiscal general del Estado de Ucrania, Iryna Venediktova, anunció que la policía pudo identificar al “primer sospechoso” relacionado con la masacre de civiles en Bucha, a norte de Kiev. Según la fiscal, se trata de Sergéi Kolotsei, un comandante de la Guardia Nacional de Rusia o Rosgvárdia. “La policía estableció que el 18 de marzo mató a cuatro hombres desarmados y después torturó a un civil y le sometió a una ejecución simulada,” afirmó Venediktova.
Primeros avances en la evacuación de civiles de Mariupol
La alcaldía de la ciudad ucraniana de Mariupol confirmó ayer que prosigue con la evacuación de civiles “a pesar de las dificultades”, después de que centenares de personas fueron puestas a salvo tras pasar semanas atrapadas bajo el intenso fuego ruso en un complejo siderúrgico del estratégico puerto en el mar de Azov.
“La evacuación, que debía comenzar hoy a las 7 continúa. Los colectivos aún no han llegado al lugar de reunión, pero les pedimos a los residentes de Mariupol que permanezcan cerca del centro comercial Port City”, informó la Alcaldía luego de que surgieran rumores de que Rusia había bloqueado la evacuación.
El propio Ministerio ruso de Defensa aclaró que 80 civiles ya fueron evacuados y aseveró que “quienes deseaban salir a zonas controladas por el régimen de Kiev fueron entregados a representantes de la ONU y el CICR”. A su vez, la ciudad de Zaporiyia, a 220 kilómetros de Mariupol, esperaba la llegada del convoy con los primeros civiles que permanecieron dos meses escondidos en la acería de Azovstal, con médicos y organizaciones humanitarias esperando para atenderlos.
Planes para invadir Moldavia
Rusia busca abrir un nuevo frente contra Ucrania desde Moldavia y varios “indicadores” apuntan a un ataque desde la frontera de esa antigua república soviética en un futuro cercano, según fuentes ucranianas citadas por The Times. De tener éxito, esa incursión le permitiría a las fuerzas rusas entrar en el puerto de Odesa, en el mar Negro, desde el oeste.
“Creemos que el Kremlin ya ha tomado la decisión de atacar Moldavia. El destino de Moldavia es muy crucial. Si los rusos comienzan a tomar el control, militarmente seremos un objetivo más fácil y la amenaza para Ucrania será existencial”, señalo una fuente militar ucraniana, que recordó que Moldavia tiene apenas 3.250 soldados en su Ejército.
Las tensiones han aumentado en Transnistria, una región separatista de Moldavia, después de una serie de misteriosas explosiones atribuidas a terroristas. Los analistas occidentales creen que el objetivo del Kremlin es crear un puente terrestre desde Rusia a lo largo de la costa de Ucrania hasta Transnistria, aislando a Ucrania del Mar Negro.