En un intento de unir fuerzas, el partido Rusia Unida propuso realizar un referendo de anexión para las ciudades ucranianas de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón. La intención del partido de Vladimir Putin es celebrarlo el 4 de noviembre, que coincide con el Día de la Unidad Nacional.
El secretario general de Rusia Unida, Andrei Turchak, manifestó: “Donetsk, Lugansk y otras ciudades rusas podrán por fin volver a su puerto de origen y el mundo ruso, actualmente dividido por fronteras formales, recuperará su integridad”.
“Hacer los referéndums ese día es algo correcto y simbólico”, dijo Turchak y recordó que se trata de una “fecha histórica”, por la conmemoración rusa a la revuelta popular del siglo XVII mediante la cual expulsaron a las fuerzas polacas de Moscú. Donetsk y Lugansk fueron reconocidas como independientes por Rusia, Siria y Corea del Norte, mientras que Jersón y Zaporiyia están ocupadas por el ejército ruso.
Asimismo, Turchak dio a conocer los resultados de una encuesta a los habitantes de Jersón y Zaporiyia. El 74% de los consultados tiene intención de participar en un eventual referendo en Zaporiyia y un 61% en Jersón. Fue realizada por el Instituto de Marketing Social a comienzos de septiembre.
En consonancia, el músico británico Roger Waters envió una carta a la primera dama ucraniana, Olena Zelenska, y pidió que Kiev llegue a un acuerdo con las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk. El bajista fundador de la banda Pink Floyd se dirigió a Zelenska tras su pedido de “brindar apoyo a Ucrania” en la guerra. “Si por ‘apoyo a Ucrania’ te refieres a que Occidente continúe suministrando armas a los ejércitos del gobierno de Kiev, me temo que puedas estar trágicamente equivocada”, le escribió el artista quien se ofreció a mediar por la paz.
Zaporiyia: Ucrania pide la presencia de Cascos Azules
La creación de una zona desmilitarizada en las afueras de la planta nuclear más grande de Europa, la central de Zaporiyia, es uno de los puntos que propuso el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en su informe presentado el martes.
En esta línea, el operador estatal ucraniano de la planta, Energoatom, se mostró favorable al envío de las Fuerzas de Paz de Naciones Unidas, conocidas como “Cascos Azules”. El director de Energoatom, Petro Kotin, declaró: “Desplegar el contingente de mantenimiento de paz y sacar a los militares rusos puede ser uno de los medios para crear la zona de seguridad en la central nuclear de Zaporiyia”.
De lo contrario, en caso de daños en el núcleo del reactor, “habrá consecuencias no solo para Ucrania, sino también más allá de las fronteras”. La central está situada en el sur del país y actualmente está desconectada de la red eléctrica, lo cual genera un riesgo para sus sistemas de seguridad que deberán ser alimentados por energía de reserva, que funciona con diésel.
“Potencialmente, podríamos enfrentar una falta de diésel que puede provocar un accidente que dañe el núcleo del reactor y, en consecuencia, libere productos radiactivos al ambiente”, advirtió el jefe de Seguridad Nuclear y Radiológica, Oleg Korikov. También evalúan apagar definitivamente la estación, que antes de la guerra producía el 20% de la electricidad para Ucrania.