El presidente Vladimir Putin ganó ayer la reelección con casi el 88% de los votos, según los resultados iniciales anunciados por las autoridades electorales rusas, un resultado esperado en unas elecciones donde la oposición fue suprimida en su mayoría. La elección, que conllevaba escasa expectativa, se celebró en un contexto de la más dura represión contra la oposición política y la libertad de expresión en Rusia desde la era soviética. Solo tres candidatos simbólicos- ninguno se oponía a la invasión de Ucrania que lanzó Rusia- recibieron permiso para postularse mientras Putin intentaba lograr un quinto período.
La Comisión Central Electoral de Rusia difundió que, al cierre de esta edición, Putin obtuvo el 87,97% de los votos. Se trata de un récord para el presidente, que en los anteriores comicios había obtenido entre 64% y 68% de los votos.
La presidenta de la Comisión Electoral de Moscú, Olga Kirilova, anunció que Putin se impuso en la capital con un 89,1% de apoyo, seguido de Davankov (44%), Jaritonov (33%) y Slutski (3,2%).
La ofensiva en Ucrania, lanzada por Putin en febrero de 2022 y sin final a la vista a pesar de las decenas de miles de muertos, fue el telón de fondo de la votación, especialmente con un repunte de los ataques contra territorio ruso esta semana. El Kremlin presentó las elecciones como una oportunidad para que los rusos expresen su apoyo a la ofensiva en Ucrania.
Tras conocerse los primeros resultados, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, estimó que Vladimir Putin está “ebrio de poder” y quiere “reinar eternamente”.
Mientras Rusia celebraba ayer la jornada de comicios, miles de votantes se reunieron en los centros electorales con el objetivo de protestar contra el presidente ruso, en lo que se conoció como “Mediodía contra Putin”. La medida -que fue organizada por el político liberal Maxim Reznik, apoyada antes de morir por Alexei Navalny, y ahora por su viuda, Yulia- consistió en convocar a los partidarios a las 12 del domingo a la puerta de los centros de votación para expresar su desacuerdo con el Kremlin.