El presidente ruso, Vladimir Putin, instó ayer a Occidente a avanzar en la aplicación de las garantías de seguridad solicitadas por ese país para impedir la expansión de la Otan a la vecina Ucrania y el despliegue de armas de la alianza militar en la ex Urss.
En una conferencia de prensa, Putin consideró “positivo” el hecho de que Estados Unidos hubiera aceptado comenzar con conversaciones sobre esta cuestión el próximo enero en Ginebra. Sin embargo, reiteró su pedido de celeridad respecto a los resultados. “Les hemos hecho saber de manera clara y precisa que cualquier expansión de la Otan hacia el Este es inaceptable”, dijo el mandatario.
En este sentido, acusó a Estados Unidos de comenzar con las tensiones militares en la frontera con Ucrania. “Es Estados Unidos el que vino a nuestra casa con sus misiles, ya están en el umbral de nuestra casa. ¿Es una demanda excesiva que no pongan ningún sistema de armas de ataque cerca de nuestra casa?” manifestó Putin, enojado.
Desde Moscú, presentaron sus exigencias hace una semana, en medio de altísimas tensiones por el gran despliegue militar de Rusia cerca de la frontera que comparte con Ucrania, por el Oeste, que según este último país y la Otan podrían significar los preparativos de una invasión.
Posteriormente, en una videollamada, el presidente estadounidense, Joe Biden, le había advertido a Putin que, de atacar a Ucrania, se debería enfrentar a “graves consecuencias”. Por su parte, Rusia negó que la invasión forme parte de sus planes, en reiteradas ocasiones.
Consultado sobre si Rusia podía dar garantías de que no va a invadir a Ucrania, Putin respondió: “Son ellos los que deben darnos garantías a nosotros, y dárnoslas inmediatamente, ya, y no tener charlas improductivas sobre eso durante décadas”.
Para ejemplificar su lectura sobre la situación actual, el presidente se preguntó ante el público: “¿Cómo responderían los estadounidenses si pusiéramos nuestros misiles en las fronteras de EE.UU. con Canadá y México?”. Para finalizar el tema, el presidente ruso se dirigió a sus interlocutores internacionales: “La pelota está en su tejado, ahora deben respondernos”.