Rusia guardó ayer una jornada de duelo nacional y profundo dolor tras la matanza en un teatro en las afueras de Moscú que dejó al menos 137 muertos, en el ataque más mortífero en Europa reivindicado por el grupo autodenominado Estado Islámico (ISIS). “Todo el país está de luto”, afirmó la cadena de televisión pública rusa Rossia 24 al iniciar sus programas.
Entre tanto, el presidente Vladímir Putin parecía intentar asociar el ataque a Ucrania, algo que Kiev rechazó de plano. El jefe de Estado fue filmado ayer encendiendo velas en memoria de las víctimas en Novo-Ogaryovo, una de las residencias presidenciales de Rusia en las afueras de Moscú. Los museos y teatros de Moscú anunciaron que permanecerían cerrados el fin de semana, y los restaurantes de la capital prometieron donar parte de sus beneficios de ayer a los familiares de las víctimas.
Cuatro hombres irrumpieron en la noche del viernes en el Crocus City Hall, en el suburbio moscovita de Krasnogorsk, dispararon contra el público e incendiaron parte de la sala. El sábado, Putin prometió castigar a los responsables del “acto terrorista salvaje” y aseguró que fueron detenidos cuatro hombres que intentaban huir a Ucrania. En el día de ayer, la lista de detenidos ascendió a 11.
El Comité de Investigación ruso señaló que cuatro de los detenidos estuvieron implicados de forma directa en el atentado que comenzó con un ataque a tiros y terminó con un incendio en el edificio que provocó el derrumbe del techo de su sala de conciertos. Putin y las agencias rusas parecieron sugerir que el atentado estaba relacionado con Ucrania, aunque Estado Islámico se atribuyó la autoría en un comunicado.
“Los organismos de investigación y aplicación de la ley harán todo lo posible para establecer todos los detalles del crimen. Pero ya es obvio que nos enfrentamos no sólo a un ataque terrorista cuidadosamente planeado y cínicamente, sino a un asesinato en masa preparado y organizado de personas pacíficas e indefensas”, afirmó el mandatario.
“A sangre fría fueron a disparar contra nuestros ciudadanos, contra nuestros niños como antes lo hacían nazis en territorios ocupados. Se trata de una acción específica para sembrar terror. Todos los responsables serán castigados. Quien quiera que sea su líder, vamos a castigar a todos los que están detrás de esos terroristas y prepararon el ataque contra nuestra población”, enfatizó.
ISIS, por su parte, dijo a través de su agencia de noticias Al-Amaq que había atacado una gran concentración de “cristianos” en Krasnogorsk, y compartió imágenes de los cuatro terroristas, con sus caras blureadas. Adam Dolnik, un experto checo en seguridad que ha estudiado ataques islamistas pasados en India, Kenia, Rusia y otros lugares, dijo que la afirmación de ISIS parecía creíble, aunque “eso no impedirá que los rusos aprovechen esto para su agenda de política exterior frente a frente a Ucrania y Occidente”.
Rusia atacó Ucrania con drones y decenas de misiles
Rusia desplegó su arsenal de largo alcance contra Ucrania en dos nuevos bombardeos durante la madrugada y la mañana de ayer. En el primer ataque se dispararon 29 misiles y 28 drones bomba contra ocho provincias, mientras que en el segundo, cuatro horas más tarde, las provincias occidentales de Lviv e Ivano Frankivsk recibieron la llegada de misiles.
Los dos bombardeos sobre ciudades lejos del frente se producen un día después de que el líder ruso, Vladímir Putin, acusara a Ucrania de participar en el atentado yihadista del viernes en Moscú, asumido por el Estado Islámico.
En ese marco, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó a Putin de intentar “echar la culpa” a Ucrania del brutal atentado y lo llamó “bastardo”. “Lo que ocurrió en Moscú es obvio: Putin y los demás bastardos tratan de echar a otros la culpa”, dijo. “En lugar de ocuparse de sus ciudadanos rusos y dirigirse a ellos, este idiota de Putin permaneció en silencio durante un día, pensando en cómo vincular esto con Ucrania”, lanzó Zelenski.