Francia está bloqueada después de las elecciones legislativas anticipadas. Es que el presidente Emmanuel Macron generó una crisis en la V República en la que nadie encuentra una salida, tras su disolución de la Asamblea Nacional y un resultado donde ganó la izquierda, que está preparada para hacer oposición pero no tiene un plan de gobierno ni un certero candidato a premier. Ningún bloque tiene mayoría absoluta de 289 bancas y por primera vez en la historia debe surgir una coalición a la italiana.
El jefe de estado francés se quedó solo, abandonado por sus pares, que sienten que los ha traicionado, al decidir por sí mismo la suerte de sus políticos, sin avisarles. En ese marco, el gobierno se quedará hoy sin su primer ministro provisorio y sin gabinete. Macron deberá aceptar la renuncia de Gabriel Attal, su premier, porque debe asumir el 18 como líder de Juntos por la República, ahora el ex Ensemble en la Asamblea Nacional.
El gabinete presentará su renuncia en masa porque muchos de ellos son ahora legisladores y Macron deberá reemplazarlos.
Por si fuera poco, Francia Insumisa, de la izquierda radical y quien consiguió la mayor cantidad de votos tras la elección legislativa, anuló ayer “su participación en las discusiones por la formación del gobierno. No participará en ninguna suplementaria sobre la formación del gobierno” y pone presión sobre el partido socialista.