El rechazo al acuerdo del Mercosur con la Unión Europea (UE) está en el corazón de la bronca de los agricultores franceses. En un día helado y lluvioso, había ayer al menos 85 puntos de protesta en todo el país para repudiar un acuerdo que el presidente Emmanuel Macron admitió finalmente que Francia no va a firmar. Lo quiere rehecho, con leyes que respeten el medio ambiente.
“Le dije al presidente argentino que Francia no firmaría este tratado del Mercosur tal como está”, aseguró Emmanuel Macron desde Buenos Aires, al margen de su visita a Argentina. Los agricultores salieron a las rutas con sus tractores, sus fardos de paja, sus maquinarias, cosechadores, camiones, cereales, y sus raciones para soportar el día con embutidos y baguettes.
Se sienten en peligro y con Francia aislada en la UE en su negativa, cuando ya no les alcanza lo que producen para vivir y hay un alto número de suicidios entre ellos. En contrapartida, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que las negociaciones sobre el acuerdo con Mercosur están “en la recta final”.
Pol Devilliers, uno de los líderes de los Jóvenes Agricultores que organiza la protesta, sintetizó los peligros que para ellos implica el acuerdo y sus demandas. “Si este acuerdo tiene éxito, tendremos una Europa que se incendiará”, teme el vicepresidente de Jóvenes Agricultores.
“Es un riesgo enorme el que está asumiendo la Comisión Europea porque toda la profesión, a nivel europeo, está en contra. Entonces, si este acuerdo tiene éxito, tendremos una Europa que está en llamas” dijo.
Brasil y su forma de producir es uno de los temas que más preocupa a los agricultores franceses porque los va a inundar de “carne barata, genéticamente modificada, con antibióticos, con la que no podemos competir”.