Rusia afirmó hoy que sus fuerzas armadas «aplastaron» al grupo de combatientes que, según denunció, se infiltró desde Ucrania ayer en la región de Belgorod, en el sur y fronteriza entre ambas naciones, y cifró en 70 el número de personas abatidas.
«En la operación antiterrorista, las formaciones nacionalistas (ucranianas) fueron bloqueadas y aplastadas por bombardeos aéreos y fuego de artillería», informó el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado reproducido por AFP y Sputnik.
«El resto de los nacionalistas fueron repelidos al territorio de Ucrania, donde los bombardeos (…) continuaron hasta su eliminación total», agregó el ministerio, que afirmó que «más de 70 terroristas ucranianos» fueron abatidos.
Horas antes , Moscú había ordenado evacuar a civiles de nueve aldeas fronterizas con Ucrania tras denunciar que eran objeto de bombardeos, según informaron autoridades rusas, que se declararon «profundamente preocupadas» por el hecho.
«La limpieza de los territorios continúa. Habitantes de Graivoron, Novostroevka, Gorkovski, Bezymeno, Mokraya Orlovka, Glotovo, Gora Podol, Zamostie y Spodariusheno fueron desplazados», anunció el gobernador de Belgord, Viacheslav Gladkov en la red Telegram.
Varios ataques con drones habían alcanzado esta madrugada la asediada región, señaló el gobernador en otro mensaje, en el que precisó que dos viviendas que sufrieron agresiones son de Graivoron, mientras otros dos ataques similares alcanzaron la aldea de Borisovka, impactando en un edificio administrativo y una vivienda.
El funcionario subrayó, citado por la agencia de noticias AFP, que durante la víspera se registraron «numerosos bombardeos» y decenas de tiros de artillería contra varias de estas localidades fronterizas.
Por su parte, el Kremlin expresó su «profunda preocupación» por la incursión de ese grupo y pidió que se redoblen esfuerzos para impedir ese tipo de incidentes.
«Lo que ocurrió ayer (lunes) suscita una profunda preocupación y demuestra, una vez más, que los combatientes ucranianos continúan con sus actividades contra nuestro país», declaró el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
«Esto requiere más esfuerzos por nuestra parte, unos esfuerzos que continúan y la operación militar especial (en Ucrania) prosigue para que esto no vuelva a suceder», agregó Peskov.
La incursión, que se produjo ayer en el distrito de Graivoron, dejó al menos 121 heridos y llevó a Rusia a decretar un régimen «antiterrorista».
Un par de horas más tarde, Gladkov precisó que entre los heridos había una pareja: una mujer que estaba grave, con heridas de esquirlas en extremidades inferiores y en estado de shock traumático, y su esposo, con heridas de mediana consideración en el tórax y en la zona abdominal.
Ambos fueron trasladados a un hospital.
Peskov agregó que, por ahora, no se prevé convocar a un reunión especial del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia para analizar la situación, pero recordó que «un encuentro regular se celebrará a fines de la semana».
Los servicios de seguridad rusos intentan identificar a los atacantes y establecer su número.
Más allá de esos hechos, las autoridades rusas denunciaron también una incursión de un grupo de sabotaje ucraniano en la provincia rusa de Belgorod, limítrofe con Ucrania, que dejó al menos 12 heridos.
Belgorod, como otros territorios de Rusia fronterizos con Ucrania, lleva meses bajo alerta de nivel medio, que implica restricciones al movimiento, inspecciones de vehículos y posibles órdenes de evacuación a zonas seguras.
El aeropuerto de la capital provincial permanece cerrado desde el inicio de la guerra, el 24 de febrero de 2022.