Rusia reanudó ayer bombardeos en la sureña provincia ucraniana de Odesa contra silos y puertos del río Danubio que Ucrania usa para exportar sus cereales luego de que Moscú se retirara de un pacto que le permitía sacarlos por el mar Negro.
Al mismo tiempo, un carguero extranjero que estuvo anclado en Odesa más de 17 meses desde la invasión rusa de Ucrania zarpó ayer por el mar Negro hacia el estrecho del Bósforo por un nuevo corredor temporal establecido por Kiev.
La economía de Ucrania, devastada por la guerra, depende de la exportación de productos agrícolas. Estas ventas, como las de cereales de Rusia, son vitales para la provisión mundial de trigo, alfalfa, girasol y otros alimentos de los que dependen países pobres. Luego de retirarse del acuerdo, Rusia advirtió que cualquier barco que navegara hacia o desde puertos ucranianos será considerado como un objetivo militar. Kiev respondió afirmando que también considerará como objetivos a las embarcaciones rusas.