Rusia profundizó ayer su avance sobre el este de Ucrania con bombardeos “masivos” sobre Sloviansk, ciudad que se convirtió en su próximo objetivo, de acuerdo con el intendente local, que urgió a sus residentes a evacuar de manera urgente antes de un esperado ataque por tierra.
La advertencia del alcalde llegó ante los temores a un inminente avance de las tropas rusas sobre esa localidad de la región industrial y minera del este conocida como Donbass, que el Kremlin aspira a controlar por completo tras haber capturado la provincia de Lugansk, vecina a la localidad.
“¡Sloviansk! Bombardeo masivo de la ciudad. El centro, el norte. Todo el mundo a refugiarse”, alertó el alcalde Vadim Liakh en Facebook. Poco después, se supo que al menos dos personas murieron y siete resultaron heridas en los ataques, que alcanzaron el mercado central.
El domingo, las tropas rusas anunciaron haber tomado Lisichansk y a finales de junio conquistaron Severodonetsk, la ciudad vecina. Además de Sloviansk, también está en la mira de los rusos la ciudad de Kramatorsk, una de las últimas posiciones ucranianas en la provincia del Donetsk, cuya captura le permitirá completar el control sobre el Donbass, objetivo fijado por el presidente ruso, Vladimir Putin, para su invasión.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania dijo a su vez que el Ejército ruso bombardeó numerosas localidades y poblados en los alrededores de Sloviansk en las últimas horas, pero que logró repeler un avance ruso hacia una localidad 20 kilómetros al norte de esa ciudad. Más hacia el sur, las fuerzas rusas intentaban acercarse a otras dos localidades, y bombardearon zonas cercanas a Kramatorsk, que queda 16 kilómetros al sur de Sloviansk, admitió Ucrania.
Desde que lanzó su invasión, Rusia logró tomar el control de cinco provincias del este y sur de Ucrania, que le permitieron establecer un corredor terrestre desde su territorio hasta la sureña península ucraniana de Crimea, que anexionó en 2014. Ayer, las autoridades instaladas en la sureña Jerson, única provincia ucraniana que limita con Crimea, anunciaron la formación de un nuevo Gobierno regional encabezado por un ex funcionario ruso, Sergei Eliseyev, ex miembro de los servicios secretos, que “asumió como jefe del Gobierno”, se informó.
Sientan las bases de la reconstrucción
Ucrania y sus aliados acordaron ayer en Suiza los principios que deberán guiar la reconstrucción del país tras la guerra, incluida la lucha contra la corrupción y la aplicación de ciertas reformas.
Dirigentes políticos, representantes de instituciones internacionales y empresarios se reunieron desde el lunes en Lugano, en el sur de Suiza, para reiterar su apoyo a Ucrania y trazar las bases de la reconstrucción del país, una tarea que será “colosal” según el presidente Volodimir Zelenski.
La Declaración de Lugano señala que los firmantes “se comprometen plenamente a apoyar a Ucrania a lo largo de su trayectoria” y reconocen que el propio país debe estar al frente de la reconstrucción.
No obstante, el documento subraya que “el proceso de recuperación, que debe contribuir a acelerar, profundizar, ampliar y lograr los esfuerzos de reforma (…) debe ser transparente y rendir cuentas al pueblo ucraniano”.
Bachelet alerta por las violaciones a los derechos humanos
La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, aseguró ayer que tanto Ucrania como Rusia cometieron violaciones a los derechos humanos en la guerra que mantienen desde febrero y advirtió que si bien se contabilizaron “más de 10.000 muertos o heridos civiles en Ucrania, con 335 niños”, las cifras “probablemente sean considerablemente más altas”.
Bachelet instó a ambos bandos a proporcionar acceso confidencial sin trabas a su oficina y a los observadores en todos los lugares de detención. “Si bien todavía debemos tener acceso a los territorios ocupados por las fuerzas rusas, hemos documentado que ambas partes han cometido violaciones de las normas internacionales de derechos humanos y del derecho humanitario internacional”, explicó Bachelet en el último informe sobre la guerra, que se basa en datos recopilados por la Misión de Monitoreo de la ONU en Ucrania durante 11 visitas de campo, recorridas en tres lugares de detención y 517 entrevistas con víctimas y testigos de violaciones de derechos humanos, entre otras fuentes de información.