Rusia aseguró ayer que derribó ocho drones ucranianos lanzados contra Moscú y su región en un ataque casi sin precedentes, poco después de que el Ejército ruso lanzara una tercera ola de bombardeos contra Kiev, la capital ucraniana, en 24 horas.
“El régimen de Kiev ha elegido aterrorizar a Rusia e intimidar a los rusos”, dijo el presidente Vladimir Putin en unas declaraciones transmitidas por la televisión pública horas después de los ataques contra Moscú.
Ucrania, que ha recibido armas de Estados Unidos y otras potencias occidentales con la condición de no usarlas contra territorio ruso, negó haber estado detrás de los bombardeos contra la capital de Rusia.
En Estados Unidos, el Gobierno del presidente Joe Biden dijo que Washington no avalaba ataques a territorio de Rusia.
“En general, no apoyamos los ataques dentro de Rusia. Nos hemos centrado en proporcionar a Ucrania el equipo y la capacitación que necesita para recuperar su propio territorio soberano”, señaló un portavoz del Departamento de Estado, citado por AFP.