Rusia afirmó que un nuevo ataque con drones ucranianos provocó ayer un incendio en dos aeródromos de su territorio, un día después de que lanzara una ola de bombardeos en Ucrania luego de denunciar otros ataques ucranianos a bases aéreas rusas. Se trata de la tercera denuncia de este estilo que proviene del Kremlin, con explosiones que destrozaron vehículos militares e infraestructura, además de dejar un registro de tres muertos y seis heridos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, discutió el estado de la “seguridad interior” con altos oficiales después de los ataques de drones ucranianos, informó luego el Kremlin, además de agregar que los bombardeos representan un peligro para el país.
Por su parte, en Ucrania, el presidente Voldimir Zelenski visitó el principal frente de combates, en la región oriental del Donbass, donde recorrió varias posiciones de su Ejército en el día de las Fuerzas Armadas. “La zona de combate se ha vuelto más grande, la lucha es más dura, el precio es más alto”, dijo en un video que subió a sus redes sociales, al visitar la ciudad de Sloviansk, sede del cuartel general de las tropas ucranianas en el Donbass. Además, el Gobierno ucraniano informó que la mayoría de los 70 misiles disparados el lunes por Rusia fueron derribados, pero los restantes azotaron la maltrecha infraestructura energética del país y causaron extensos apagones, además de dejar cuarto muertos.
Cabe mencionar que Rusia lanzó una nueva serie de bombardeos poco después de que el Kremlin dijera que Ucrania atacó con drones dos aeródromos en las regiones de Saratov y Ryazan. La base de Zaratov, a 600 kilómetros de la frontera con Ucrania, alberga bombarderos rusos con capacidad nuclear Tu-95 y Tu-160, mientras que la de Ryazan, a 500 kilómetros del límite, hay un avión cisterna que abastece a otros aviones en el aire. Ucrania, en tanto, no confirmó ni negó haber estado detrás de los ataques.
Los bombardeos se dieron luego de que Rusia rechazara un tope de precio impuesto por Occidente a sus exportaciones petroleras, al advertir que la medida, que comenzó a regir ayer, no afectaría a su campaña en Ucrania.
Moscú busca a quiénes vender su petróleo
El gobierno ruso se mostró confiado en que encontrará nuevos compradores para su petróleo en los próximos meses, luego de que países occidentales pusieran en marcha un mecanismo que fija un tope al precio de su crudo. “No tengo ninguna duda de que habrá compradores para nuestros productos petroleros”, declaró el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov.
Cabe recordar que el pasado viernes, la Unión Europea (UE), los países del G7 y Australia anunciaron la imposición de un tope de 60 dólares para el barril de petróleo ruso, que rige desde ayer, una iniciativa inédita que apunta a erosionar una fuente clave para Moscú para financiar su ofensiva en Ucrania.
Esta medida, según Riabkov, “fragmentará” la economía mundial “en numerosos ámbitos”. En tanto, la embajada de Rusia en Estados Unidos tildó de “peligroso e ilegítimo” el tope y confió en que “el petróleo ruso seguirá teniendo demanda” en ese país.