Las fuerzas rusas redoblaron ayer su ofensiva en la región del este de Ucrania conocida como Donbass, con bombardeos que dejaron al menos diez civiles muertos en una gran ciudad que tienen rodeada y buscan conquistar, mientras Suecia sumó otro capítulo de tensión al conflicto al confirmar que solicitará su adhesión a la OTAN, tal como adelantó Finlandia, por temor a una agresión de Rusia.
Las autoridades ucranianas informaron ayer sobre nuevos bombardeos en el Donbass, cuya conquista Rusia se fijó como objetivo tras retirar las tropas que tenía desplegadas en torno a Kiev, a fines de marzo. “Nos estamos preparando para nuevas ofensivas de Rusia en el Donbass”, dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en un video donde también prometió que las Fuerzas Armadas ucranianas no se detendrán hasta que recuperen la región oriental.
Desde hace días, algunas de las hostilidades más intensas en el Donbass se centran en la ciudad de Severodonetsk, que está “prácticamente rodeada” por las fuerzas rusas y donde ayer murieron diez civiles en los bombardeos, según informó el gobernador de la provincia de Lugansk. “Severodonetsk ha sido golpeada por ataques muy potentes. Por ahora es muy difícil verificar la situación sobre el terreno”, dijo el gobernador Serguei Gaidai.
Severodonetsk es una de las pocas ciudades importantes del Donbass que sigue bajo control ucraniano, así como su ciudad gemela de Lisichansk, separadas entre sí por el río Siversky Donets. Rusia concentró sus ataques en ambas localidades, a la vez que avanzó en la toma total de Mariupol. La presidencia ucraniana agregó que Rusia está trasladando tropas a Lugansk desde la provincia de Jarkov, donde las fuerzas locales estarían ganando terreno, según Zelenski.
Por lo pronto, la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, confirmó que solicitará la adhesión de su país a la OTAN, siguiendo los pasos de Finlandia y ratificando el giro histórico de estas dos naciones tras la invasión rusa a Ucrania. Sin embargo, los planes chocaron con la posición de Turquía, que anticipó que se opondrá en la organización del atlántico a la incorporación de los países europeos. Por las dudas, Putin anticipó que un eventual despliegue de bases o armas de la OTAN en Suecia y Finlandia “por supuesto dará lugar a nuestra reacción”, aunque afirmó que el mero ingreso de ambos países a la alianza militar no representaría una “amenaza directa” a su país.
Evacúan la acería de Azovstal
El Ministerio de Defensa ruso anunció ayer el inicio de una tregua en la acería de Azovstal, último bastión de resistencia ucraniana en la ciudad de Mariupol, para evacuar a los soldados heridos. “Está en vigor un régimen de silencio (de armas) y se abrió un corredor humanitario hacia establecimientos médicos en Novoazovsk”, en territorio controlado por las fuerzas rusas y prorrusas, anunció la cartera.
Si bien las autoridades ucranianas no confirmaron el anuncio, la viceministra de Defensa informó por la tarde que 53 soldados heridos fueron evacuados hacia Novoazovsk, mientras que 211 personas fueron llevadas a Olenivka, ambas territorios controlados por Rusia.
Un testigo informó luego a Reuters que cinco autobuses y un vehículo blindado que llevaban a militares ucranianos desde la sitiada planta siderúrgica Azovstal llegaron el lunes por la noche a Novoazovsk. Según las autoridades ucranianas, unos 1.000 soldados -entre ellos 600 heridos- seguían hasta ayer en la planta siderúrgica, último espacio de resistencia en la destruida ciudad de Mariupol.