El Parlamento español surgido de las últimas elecciones se instaló hoy y eligió a una socialista para presidirlo gracias al apoyo de partidos regionales nacionalistas e independentistas, lo que deja al presidente del Gobierno en funciones, el socialista Pedro Sánchez, más cerca de ser reelecto al frente de otra coalición progresista.
En la sesión constitutiva del Parlamento, Francina Armengol obtuvo 178 votos en el Congreso de los Diputados, dos más que la mayoría absoluta de la cámara baja, incluyendo los de los siete legisladores del partido catalán más independentista, Juntos por Cataluña (JxC), del expresidente regional Carles Puigdemont.
El respaldo de JxC y otras fuerzas de Cataluña, País Vasco y Galicia llegó luego de un acuerdo con el bloque de Sánchez, integrado por su partido socialista PSOE y la coalición de izquierda Sumar, que contempla que el catalán y otras lenguas españolas, como el vasco y el gallego, puedan usarse en el Congreso de los Diputados.
«España siempre avanza cuando se reconoce en su pluralidad y diversidad”, declaró Armengol, de 52 años, ante el resto de los diputados en su primer discurso como presidenta del Congreso.
La dirigente socialista, que habla catalán y fue presidenta de la región de las Islas Baleares, muy próxima culturalmente a Cataluña, derrotó a Cuca Gamarra, candidata del derechista Partido Popular (PP), lo que asesta un golpe a las intenciones de su líder, Alberto Núñez Feijóo, de ser investido presidente del Gobierno y desbancar a Sánchez.
Gamarra recibió apenas 139 votos, los 137 del PP y dos más de fuerzas regionales, luego de que la formación de extrema derecha Vox, que hasta hace poco era una clara aliada del partido de Feijóo, decidiera retirar el apoyo a la candidata enojado con la decisión del PP de no cederle ningún posible puesto en la dirección o Mesa del Parlamento.
El PP dice temer la secesión de Cataluña y otras regiones en caso de apoyo a un Gobierno de Sánchez de partidos regionales nacionalistas, y Gamarra arremetió contra el pacto anunciado hoy, que incluyó una solicitud de España a la Unión Europea (UE) para usar en sus instituciones las lenguas españolas diferentes al castellano.
«Lo que no sabemos es hasta qué punto llegan esas concesiones, esas cesiones. Y exigimos al Partido Socialista luz y taquígrafos para que los españoles sepan qué ha cedido al independentismo para conseguir sus votos», reclamó ante la prensa, informó la agencia de noticias AFP.
El PP fue el más votado en las elecciones del 23 de julio, pero no llega a la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados, que tiene 350 escaños y es la cámara que elige al presidente del Gobierno. Aun con los diputados de Vox y los dos de partidos regionales que apoyaron hoy a Gamarra, se queda en 171, a cinco de la mayoría.
El líder de Vox, Santiago Abascal, se manifestó hoy «perplejo» porque el PP no haya prestado sus votos al partido para garantizarle un puesto en el órgano de gobierno de la cámara baja y dijo que necesitaba “explicaciones” antes de pronunciarse sobre la eventual investidura de Feijóo.
El PSOE de Sánchez y sus aliados de Sumar tampoco lograron en los comicios la mayoría de 176 asientos, pero la votación de hoy demostró que tienen chances aritméticas de alcanzar la investidura aliados con las fuerzas regionales.
Con el Congreso ya instalado, la siguiente etapa en el proceso de formación de un Ejecutivo llegará cuando el rey Felipe VI, el jefe de Estado español, nomine a un candidato a la presidencia o jefatura del Gobierno, que le será propuesto por el nuevo presidente de la Cámara de los Diputados, es decir, por Armengol.
Para ser electo presidente del Gobierno, el nominado deberá obtener la mayoría absoluta en una primera votación en la Cámara de los Diputados o una mayoría simple en una segunda votación 48 horas después.
Si nadie logra el respaldo necesario, España deberá repetir las elecciones dentro de los seis meses siguientes.
El apoyo de Puigdemont al PSOE para elegir a Armengol causó la sorpresa de muchos en España por su pragmatismo, porque sus exigencias iniciales iban mucho más allá.
El líder de JxC se refugió en Bélgica en 2017 para escapar de la Justicia española luego de que, como presidente de Cataluña, declarara de manera unilateral la independencia de la norteña región de España tras un referéndum secesionista que había sido ilegalizado. En España está acusado de malversación de fondos y desobediencia.
Lejos de las demandas iniciales de que el Gobierno central, con sede en Madrid, la capital, permita un referéndum de independencia de Cataluña y amnistíe a todos los independentistas condenados por el intento secesionista de 2017, Puigdemont arrancó a los socialistas un acuerdo menos ambicioso.
Sin embargo, avisó que el pacto negociado hasta la madrugada de hoy «no puede ir, de ninguna manera, vinculado a la investidura» de Sánchez.
«Fue una negociación para la Mesa del Congreso. La investidura está exactamente allá donde estaba el día después de las elecciones. Si llegan futuros acuerdos será porque llevan incorporado su cumplimiento de manera comprobable», escribió en la red social X, antes Twitter.
El entendimiento contempla asimismo que España, que actualmente ejerce la presidencia temporal de la UE, intente que todas las lenguas españolas sean de trabajo en el bloque, así como la creación de una comisión de investigación sobre un supuesto espionaje a independentistas catalanes por parte de los servicios de inteligencia españoles.
El Ministerio de Relaciones Exteriores español informó que el canciller José Manuel Albares envió hoy una carta a la presidencia del Consejo de la UE para que incorpore al catalán, al gallego y al euskera, o vasco, en el régimen lingüístico del bloque, esto es, que les dote de la categoría de idiomas oficiales.
La líder de Sumar y vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, tildó de «gran logro colectivo» el pacto con los partidos nacionalistas e independentistas y apeló al diálogo y a la desjudicialización para resolver el conflicto catalán.
«Tenemos un conflicto al que nunca deberíamos haber llegado y hay que trabajar en Cataluña. Los problemas políticos se arreglan con la única herramienta que existe, que es el diálogo», dijo a periodistas luego de la sesión.
Sánchez ya ha dicho que no permitirá un referéndum independentista en Cataluña.
El acuerdo prevé también crear una comisión de investigación sobre los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils de 2017, de los que hoy se cumplen seis años, porque los independentistas sospechan del Estado.
«Hay que aclarar los vínculos» de los servicios de inteligencia españoles (CNI) «con el imán Es-Saty», el ideólogo de los ataques, muerto en ellos, y «si los aparatos del Estado tenían información sobre el atentado y aclarar porque no se pudieron evitar», dijo JxC en un comunicado sobre aquellos atentados, que dejaron 16 muertos.
Los atentados ya fueron juzgados y acabaron con condenas a los tres supervivientes de la célula yihadista que los cometió, integrada por nueve personas.
En el caso del Senado, donde el PP dispone de una holgada mayoría absoluta, fue elegido presidente el popular Pedro Rollán.