Las sirenas antiaéreas sonaron ayer por la tarde en unas 180 comunidades de todo Israel, incluidas las de Tel Aviv, informó el ejército israelí, el cual añadió que se detectó que varios proyectiles cruzaron desde el Líbano.
“Se activaron alertas en varias zonas del centro del país tras lanzamientos que cruzaron el país desde el Líbano, los detalles están bajo investigación”, escribió el ejército en X. En una publicación de seguimiento, las FDI dijeron que se detectaron tres lanzamientos desde el Líbano y que “todas las amenazas fueron interceptadas”.
Por su parte, al menos 18 personas murieron y otras cuatro resultaron heridas en un bombardeo israelí contra una zona de mayoría cristiana ubicada al sureste de la ciudad de Trípoli, en el norte del Líbano y que hasta ahora no había sido objetivo de ataques aéreos de Israel, informó la Cruz Roja libanesa.
En paralelo, al menos cuatro personas murieron y otras 40 resultaron heridas por un bombardeo que el Ejército de Israel llevó a cabo contra tiendas de desplazados en el hospital Mártires de al Aqsa, en el centro de Gaza.
Según confirmó el Gobierno de Hamás en el enclave, el ataque impactó contra las tiendas de campaña de los desplazados dentro del hospital, ubicado en la localidad de Deir al Balah.
Se trata de la séptima vez que Israel ataca el mismo centro. Por último, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, sopesa un plan para bloquear la ayuda humanitaria en el norte de Gaza en un intento por matar de hambre a los milicianos de Hamás, un plan que, de implementarse, podría dejar sin alimento ni agua a miles de palestinos que no tienen intención, o no pueden, irse de sus hogares.