Israel y las milicias de Hamás entraron en pocas horas en una guerra abierta después de que los grupos armados de la Franja de Gaza lanzasen a primera hora del sábado un ataque sorpresa sin precedentes, con la infiltración de decenas de hombres armados, secuestros de civiles y soldados y una intensa descarga de cohetes (3.000, según un portavoz militar israelí, y hasta 7.000, según Hamás) que ha causado ya al menos 700 muertos y más de 2.200 heridos.
Entre las víctimas fatales figuran 57 militares, 34 policías y cinco agentes del Shin Bet, el servicio de inteligencia interior, informó el Ejército israelí. Asimismo, el Ministerio de Salud indicó que los heridos eran 2.243, de los cuales 22 estaban en estado crítico y 343, graves.
Se trata de una operación inédita, no solo por su alcance y simbolismo, sino también por el número de hombres armados que logró penetrar en territorio israelí. También de la mayor acción en territorio israelí en décadas, solo equiparable a las producidas en el marco de las sucesivas guerras con sus países vecinos árabes entre 1948 y la del Yom Kipur, en 1973, que muchos recuerdan hoy porque el país exhibió la misma debilidad ante un ataque sorpresa coordinado.
Pasado el shock inicial, el Ejército israelí bombardeó masivamente la Franja, controlada por Hamas desde 2007, causando al menos 400 muertos, según informó el Ministerio de Sanidad de Gaza, que cifró en 2.200 los heridos. Además, el organismo de la ONU para los refugiados palestinos, Unrwa, dijo que más de 20.000 palestinos abandonaron la región fronteriza de Gaza para adentrarse más en el territorio y buscar protección en escuelas de la ONU.
Vídeos y fotografías difundidos por medios locales muestran los secuestros de israelíes -algunos aparentemente sin vida-, en imágenes que parecían impensables apenas 24 horas antes, al tratarse de una barrera fronteriza considerada inexpugnable y vigilada por uno de los ejércitos más avanzados del mundo. El portavoz de las Fuerzas Armadas, Daniel Hagari, no especificó el número de secuestrados, aunque Abu Obeida, portavoz de las Brigadas de Ezedín al Qasam, brazo armado de Hamás, los cifró en al menos 100.
En tanto, el Ejército israelí puso nombre a la operación en Gaza (Espadas de Hierro) y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, anunció al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que será “contundente y prolongada”. También marcó como objetivo “limpiar la zona de las fuerzas enemigas infiltradas y restaurar la seguridad y la paz” en las localidades atacadas, así como “cobrar un enorme precio al enemigo, también en la franja de Gaza”.
Por su parte, Hamas dijo que lanzó la operación cansado del bloqueo que Israel impone a Gaza desde 2007 y para vengar incursiones militares israelíes en Cisjordania, la ocupación y colonización de esos territorios que los palestinos reclaman para fundar su Estado y la profanación de sitios sagrados islámicos de la Ciudad Vieja de Jerusalén este.
El contralmirante israelí Daniel Hagari dijo que Israel atacó 426 objetivos en Gaza, derribando edificios residenciales en explosiones gigantes, incluyendo una torre de 14 pisos que albergaba docenas de departamentos, así como oficinas de Hamas en el centro de la ciudad de Gaza. “Recorreremos todas las comunidades hasta matar a todos los terroristas que se encuentran en territorio israelí”, dijo.
Netanyahu: “No es una operación, estamos en guerra”
Israel afirmó el sábado que el país está “en guerra” tras el sorpresivo ataque por tierra, mar y aire de milicianos palestinos, que incluyó la captura de soldados y civiles en localidades fronterizas, y aseguró que el movimiento Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, pagará “un precio sin precedentes”, en una nueva escalada de violencia que dejó centenares de muertos y heridos.
“Ciudadanos de Israel, estamos en guerra. No es una operación, no son rondas de combates, es una guerra”, indicó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. “Ordené, en primer lugar, que se desalojaran las comunidades en las que se habían infiltrado terroristas. Esto actualmente se está llevando a cabo. Al mismo tiempo, he ordenado una amplia movilización de reservas y que devolvamos el fuego de una magnitud que el enemigo no ha conocido. El enemigo pagará un precio sin precedentes”, explicó el premier.
”Hamas inició una guerra cruel y malvada. Ganaremos esta guerra, pero el precio será alto”, afirmó Netanyahu. En un segundo mensaje que emitió por las redes sociales, advirtió que “esta guerra llevará tiempo. Será difícil. Nos esperan días desafiantes”. Y sumó: “Puedo prometer una cosa: con la ayuda de Dios, las fuerzas que todos tenemos en común y nuestra fe en el Eterno de Israel, venceremos”, dirigiéndose a la ciudadanía israelí. Por último, le advirtió “a los residentes de Gaza: váyanse ahora porque actuaremos con fuerza en todas partes”.