Mientras continúan las protestas sociales, la violencia ligada al crimen organizado sigue escalando en Ecuador.
Al menos seis personas fueron asesinadas y otras 15 resultaron heridas en un ataque armado perpetrado la noche del domingo en Guayaquil, una de las ciudades más violentas del país, según reportaron medios locales.
El ataque ocurrió en una zona del suroeste de la ciudad, donde más de 150 personas participaban en un campeonato de fútbol y celebraciones por las fiestas de Independencia.
Hombres encapuchados y fuertemente armados irrumpieron en el lugar y dispararon indiscriminadamente, según información preliminar.
Entre los heridos se encuentran dos adolescentes de 14 y 16 años, y un niño de seis.
La principal hipótesis apunta a una disputa entre bandas delictivas que operan en esa zona, en el contexto del creciente control del crimen organizado en Guayaquil, la ciudad más poblada del país.
De forma paralela, la Policía encontró ocho cuerpos abandonados en un terreno baldío en el cantón Buena Fe, en la provincia de Los Ríos, también en la costa ecuatoriana.
Las víctimas -cuatro hombres y cuatro mujeres, una de ellas menor de edad- tenían señales de tortura, estaban maniatadas y presentaban impactos de bala. Tres de ellas tenían antecedentes por tráfico de drogas, según confirmó el jefe policial local, Mauricio Maya.
Se trataría de integrantes de una misma familia oriunda de Quito, que había sido reportada como desaparecida desde el 10 de octubre, cuando se trasladó a Santo Domingo de los Tsáchilas durante un feriado.
Hasta el momento, una persona adulta y tres menores de edad siguen desaparecidos. Las autoridades no descartan que el hecho esté vinculado a una disputa entre bandas criminales.
El hallazgo generó conmoción en la provincia de Los Ríos, que se encuentra bajo estado de excepción desde agosto por el aumento de la violencia. La medida también rige en Guayas, Manabí, El Oro y en el cantón Echeandía, en la provincia de Bolívar.
Ecuador atraviesa una grave crisis de inseguridad, y desde enero de 2024 el presidente Daniel Noboa declaró un “conflicto armado interno” contra las bandas del crimen organizado vinculadas al narcotráfico.