Tras prohibir a las mujeres hacer viajes largos sin estar acompañadas por un hombre de su familia, el gobierno de Afganistán encabezado por Bilal Karimi, dijo que la Comisión Electoral Independiente y la Comisión de Quejas Electorales eran “instituciones innecesarias para la situación actual en Afganistán”.
De esta manera, se disolvieron dos comisiones electorales y los Ministerios de Paz y Asuntos Parlamentarios. A esta situación de degradación de la democracia se le suma el gran problema alimenticio que padece el pueblo afgano donde, según las estadísticas proporcionadas por la ONU, casi 24 millones de personas -alrededor del 60% de la población- padecen hambre aguda y hasta 8,7 millones de afganos están lidiando con la hambruna.
Cabe recordar que casi el 80% del presupuesto del gobierno anterior provenía de ayuda internacional, fondos que han sido cortados.