El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, apareció este jueves cantando en una plaza pública de Caracas, en un gesto de aparente despreocupación pese a las fuertes tensiones con Estados Unidos.
Según Newsweek Argentina, durante un acto por el 166.º aniversario de la Batalla de Santa Inés, Maduro “volvió a apelar a su ya habitual mensaje musical” e interpretó “Don’t worry, be happy” de Bobby McFerrin —que él mismo tradujo como “No llores por mí, sé feliz”.
Entre expresiones en inglés como “peace and love” o “yes peace, not war”, improvisó pasos de baile y reiteró su llamado a la calma ante sus seguidores.
El gesto ocurrió mientras la relación entre Caracas y Washington atraviesa uno de sus momentos más críticos, marcado por la incautación de un petrolero venezolano por parte de Estados Unidos.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, defendió el accionar militar:
“Fue una operación exitosa dirigida por el presidente para garantizar que estamos haciendo frente a un régimen que está inundando sistemáticamente nuestro país de drogas mortales y mata a nuestra próxima generación de estadounidenses”, expresó.
A su vez, añadió que los guardacostas han interceptado suficientes dosis letales de cocaína para causar la muerte de 177 millones de estadounidenses desde la llegada al poder del presidente Trump.
La administración de Donald Trump también anunció este jueves nuevas sanciones contra tres sobrinos de la esposa de Nicolás Maduro, así como a seis barcos petroleros y compañías navieras vinculadas a ellos.
El Gobierno venezolano calificó la incautación del buque petrolero como una ofensiva contra sus recursos estratégicos. El ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, afirmó: “Quieren robarse el petróleo, robarse el oro, robarse el gas, robarse el agua”.
En tanto, el canciller Yván Gil agradeció al presidente cubano Miguel Díaz-Canel su solidaridad y declaró:
“Este acto de piratería constituye una violación flagrante del derecho internacional y una agresión inaceptable contra la soberanía nacional… se erige como una amenaza para todos los pueblos de nuestra región”.
Asimismo, el Kremlin informó que el presidente ruso Vladímir Putin reafirmó por teléfono su respaldo a Maduro:
“Vladímir Putin expresó solidaridad con el pueblo venezolano y confirmó su apoyo a la política del gobierno de Maduro, dirigida a proteger los intereses y la soberanía nacional ante la creciente presión externa”.
Ambos mandatarios ratificaron su “compromiso mutuo” con proyectos conjuntos —económicos, energéticos y comerciales— en la primera conversación desde la escalada de tensiones con Estados Unidos.
Mientras tanto, la líder opositora María Corina Machado escapó camuflada de Venezuela y apareció en Oslo, donde su hija recibió el Premio Nobel de la Paz en su nombre.
Ese mismo miércoles, el Gobierno venezolano expulsó del país a un equipo periodístico del canal argentino C5N, en otro episodio que aumentó la tensión política interna.
