El triunfo de la extrema derecha en dos elecciones regionales en el este de Alemania el domingo provocó un terremoto político en el país y debilita aún más la coalición de centroizquierda de Olaf Scholz, cuando falta un año para las legislativas.
Scholz pidió ayer a “todos los partidos democráticos” que formen “gobiernos estables sin la extrema derecha” en Turingia y Sajonia, donde Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo resultados récord. “AfD está perjudicando a Alemania. Debilita la economía, divide a la sociedad y arruina la reputación de nuestro país”, dijo el líder socialdemócrata, en un mensaje en Facebook.
“Los resultados para la AfD en Sajonia y Turingia son preocupantes”, dijo Scholz luego en declaraciones a la agencia Reuters. Aclaró que hablaba como diputado de su partido, los socialdemócratas (SPD), de centroizquierda.
”Nuestro país no puede ni debe acostumbrarse a esto”. El domingo, el partido de extrema derecha se convirtió en la primera fuerza política en Turingia y quedó por detrás de los conservadores en Sajonia, dos regiones de la antigua República Democrática Alemana (RDA). “Ya no hay política sin AfD”, dijo Tino Chrupalla, copresidente de esta formación antimigración, conocido por su posiciones favorables a Rusia.