Al menos tres personas murieron y una resultó herida tras un ataque con misiles ucranianos en la región rusa de Bélgorod, informó este miércoles el gobernador regional, Viacheslav Gladkov. Las autoridades no descartan que haya más víctimas bajo los escombros.
“El asentamiento de Maslova Pristan, en el distrito de Shebekinsky, fue bombardeado. Según información preliminar, tres personas perdieron la vida y una resultó herida”, publicó Gladkov en su canal de Telegram, añadiendo que un centro social fue parcialmente destruido por el impacto.
El gobernador también denunció que en las últimas 24 horas, las fuerzas ucranianas lanzaron más de 110 drones y al menos 20 municiones sobre distintas zonas pobladas de Bélgorod. En el distrito de Grayvoronsky, 16 drones y nueve proyectiles impactaron en áreas residenciales.
Desde el lado ucraniano, el presidente Volodímir Zelenski reconoció el avance de las operaciones en territorio ruso. En una reunión con el jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), Vasil Maliuk, Zelenski destacó que los ataques con drones de largo alcance están mostrando “una mayor eficacia”, y que Ucrania ha logrado «resultados significativos» en la destrucción de sistemas de defensa aérea rusos.
“Los servicios de seguridad tienen orden de continuar con estas operaciones”, afirmó el mandatario en su canal de Telegram.
En medio de esta escalada, Moscú lanzó una advertencia a Washington tras informes que indican que Estados Unidos evalúa suministrar misiles Tomahawk a Ucrania.
“Si la administración estadounidense toma esta decisión, no solo intensificará la espiral de confrontación, sino que causará un daño irreparable a las relaciones ruso-estadounidenses”, declaró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zajárova.
La funcionaria aseguró que Rusia sigue de cerca la situación y llamó a Washington a actuar con moderación. En la misma línea, el viceministro de Exteriores, Sergei Ryabkov, advirtió que acciones desestabilizadoras con armamento estratégico podrían ser interpretadas como una amenaza directa a la capacidad de disuasión nuclear de Rusia.
En respuesta a los ataques ucranianos, el Ministerio de Energía de Ucrania confirmó que infraestructuras energéticas en las regiones de Chernihiv y Dnipropetrovsk fueron alcanzadas por bombardeos rusos durante la jornada.
En Chernihiv, una instalación energética del condado de Nizhyn y un depósito de petróleo en Pryluky fueron impactados, según informó el gobernador regional, Viacheslav Chaus.
Por su parte, la empresa energética DTEK, la mayor compañía privada del sector en Ucrania, denunció que una planta térmica fue atacada, dejando al menos dos trabajadores heridos.
Las autoridades ucranianas desplegaron equipos de emergencia para restaurar el suministro eléctrico en las zonas afectadas, y pidieron a la población reducir el consumo de energía durante las horas pico.
Desde Moscú, el presidente ruso Vladimir Putin aseguró que las Fuerzas Armadas de su país mantienen actualmente la “plena iniciativa estratégica” en la llamada «operación militar especial», según un comunicado difundido por el Kremlin la noche del martes.
En un escenario marcado por ataques cruzados, la posibilidad de un alto al fuego duradero parece, por ahora, una meta distante.
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