Tras más de un año con las conversaciones paralizadas, el oficialismo venezolano y la oposición firmaron un acuerdo social en pos de iniciar un proceso de estabilización en el país caribeño. La mesa de diálogo comenzó el sábado pasado en la Ciudad de México. El objetivo del acuerdo es recuperar fondos que se encuentran bloqueados en el exterior por sanciones, al que Estados Unidos respondió con una flexibilización de sus restricciones petroleras hacia el país sudamericano.
La suscripción del pacto fue celebrada por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien lo calificó como “un nuevo capítulo” para avanzar “hacia la paz y el bienestar que todas y todos anhelamos”. Con este convenio, delegados del Gobierno de Maduro y la oposición acordaron “hacer todas las gestiones ante las autoridades e instituciones, nacionales y extranjeras, públicas o privadas, que correspondan para obtener los fondos legítimos de la República que se encuentren congelados en el sistema financiero internacional” para utilizarlos en proyectos sociales.
El dinero desbloqueado será empleado para inversiones en el sistema de salud y educativo, la recuperación de servicios básicos como la electricidad y la atención de la crisis generada por lluvias que provocaron inundaciones y deslizamientos de tierras. Aunque el documento no precisa el monto de los fondos a desbloquear, el jefe de la delegación oficialista dijo que el acuerdo recuperará 3.000 millones de dólares. Desde la oposición comunicaron que el dinero “será administrado por Naciones Unidas con un marco programático de proyectos y obras a ejecutar”.
Estas conversaciones en México son el cuarto intento en el exterior entre ambos sectores para llegar a acuerdos. La primera mesa de diálogo fue en República Dominicana, en 2017, y posteriormente en Barbados, en 2019. Ambas fracasaron. Esas negociaciones fueron posteriores a por lo menos otras dos iniciadas en Caracas en los años previos y canceladas casi inmediatamente. En agosto de 2021, en México, las delegaciones firmaron un memorando de entendimiento pero tres meses después las charlas se suspendieron tras el abandono del oficialismo por la detención de Alex Saab del cual Washington sospecha que es testaferro de Maduro, algo que Caracas niega. Desde entonces, las delegaciones no se habían sentado nuevamente a negociar. Ahora, el Gobierno venezolano incluyó en su equipo negociador a Camila Fabri, esposa de Saab.
La reanudación del diálogo fue anunciada la semana pasada por el presidente colombiano, Gustavo Petro, quien oficia como mediador en el proceso. Desde Europa, España celebró el acuerdo y desde Cancillería alentaron a seguir en esta línea para incluir en sus conversaciones “cuestiones políticas fundamentales para la convivencia”.
Chevron retomará su actividad petrolera
El Gobierno estadounidense de Joe Biden anunció que autoriza a la petrolera Chevron a retomar “operaciones limitadas de extracción de recursos naturales” en Venezuela como resultado de la reanudación del diálogo entre el oficialismo y la oposición.
La licencia proporcionada por Washington autoriza al gigante petrolero estadounidense “a reanudar operaciones limitadas de extracción de recursos naturales en Venezuela” con la empresa de la que es copropietaria en ese país junto a la estatal Petróleos de Venezuela (PdVSA), si se asegura que “PdVSA no reciba ningún ingreso de las ventas de petróleo realizadas por Chevron”.
En tanto, otras sanciones y restricciones impuestas por la Casa Blanca al Gobierno de Nicolás Maduro “siguen vigentes”. El visto bueno de Washington se da en medio de una coyuntura de gran inestabilidad por la guerra en Ucrania que aceleró la búsqueda de nuevos proveedores por la crisis energética.