La reanudación del diálogo entre el Gobierno de Venezuela y la oposición tuvo ayer un primer éxito casi inmediato, al acordar las partes que las próximas elecciones presidenciales se celebrarán en el segundo semestre de 2024 y que se invitará a organizaciones internacionales a enviar observadores.
Los acuerdos están contenidos en dos documentos firmados por oficialistas y opositores en Barbados, donde se instaló la nueva mesa de diálogo, en la que Noruega medió.
El entendimiento señala que las partes pactan “proponer que el proceso electoral presidencial se realice en el segundo semestre del 2024 atendiendo al cronograma constitucional”.
También establece la solicitud de invitación de misiones técnicas de observación electoral, que incluyen a la Unión Europea (UE), el panel de expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Unión Africana, la Unión Interamericana de Organismos Electorales y el Centro Carter.
El Gobierno y la Plataforma Unitaria -que agrupa a la mayor parte de la oposición- dejaron claro también el rechazo a “cualquier forma de violencia en el ejercicio político, así como cualquier tipo de acciones que atenten contra la soberanía, la paz y la integridad territorial de Venezuela”.