Hay consenso para regular la inteligencia artificial

Se acercan las elecciones de medio término y un tema aglutina la voluntad favorable de un importante porcentaje de ciudadanos en condiciones de votar.

Hay consenso para regular la inteligencia artificial

Una encuesta revela las opiniones sobre la regulación de la IA.

Según una encuesta reciente -sobre distintos aspectos en este contexto preelectoral- de la consultora Zuban Córdoba y Asociados, el 76,5% de los argentinos consideran que la inteligencia artificial (IA) debe estar regulada por el Estado. De ese total, un 40,5% opina que la IA debe tener “regulaciones estrictas de uso” mientras el 36% que debe contar “con algún tipo de regulación”.

Algo no menos importante es el interés legislativo que existe en Argentina. Al día de hoy hay más de 30 proyectos presentados sobre inteligencia artificial en la Cámara de Diputados.

Considerando que es muy amplio el espectro para su regulación, en todos ellos se destacan dos campos. Por un lado los éticos o conceptuales, vinculados al manejo de la IA en general, como organismos de aplicación, articulando las cuestiones transversales y aparece el riesgo.

Otro enfoque son las iniciativas que persiguen la atención del impacto en distintos sectores, por ejemplo en el mundo del trabajo, en la comunicación y la cultura, actividades periodísticas, en los derechos de autor; también de fondo como la identidad y lo civil y comercial.

En ambos casos las presentaciones abarcan casi todo el espectro de representación de las bancadas y no escapa a los legisladores que los implacables avances tecnológicos siempre se dan más rápidamente que las decisiones políticas. Aunque una porción mayoritaria del electorado ve con buenos ojos la necesidad de regulación de la IA, una visión pragmática hace pensar que es difícil su tratamiento con la actual composición.

En medio de todo está presente una variable política, una trampa instalada a nivel social: la existencia de una grieta que se aplica a todos los temas. Al respecto es pertinente rescatar conceptos del periodista y filósofo Américo Schvartzman, quien plantea que “la realidad nos muestra a cada paso que no hay una sola grieta”. “Lo que se desee analizar detalladamente mostrará que en cada tema se abren ́grietas ́ o ́clivajes ́ bien diferentes a los que se nos quieren imponer, llevando a las personas a razonar como si la vida fuera una guerra constante en función de una única línea divisoria”, explica.

Si nuestros legisladores pudieran ponerse por encima de esa “falsa grieta” general, sería posible legislar sobre una de las tantas preocupaciones que hoy tienen los seres humanos y de la cual no somos ajenos en nuestro país.

Reconocer las voluntades reales puede ser el primer paso para lograr una regulación de la inteligencia artificial.

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