La derecha radical en las dos costas del Atlántico

Por Jean-Baptiste Noël

La derecha radical en las dos costas del Atlántico

Las usinas de pensamiento (“think tanks”), tanto en Europa como en los Estados Unidos, han tomado nota de un hecho que puede ser gravitante en la conformación de las relaciones internacionales en el corto plazo: la posible coincidencia en los poderes ejecutivos, y la predominancia en los legislativos, de partidos políticos representantes de la derecha radical. Marine Le Pen acercándose a la mayoría en Francia (y sólo frenada por la alianza táctica de la izquierda con la derecha moderada del oficialismo de Macron); Giorgia Meloni en Roma; los neonazis en Alemania; Viktor Orban en Hungría; los hipernacionalistas (y antieuropeos) en los países nórdicos; y el crecimiento -aunque con límites- del neofranquismo de Vox en España, convergen con la posible vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca del otro lado del Atlántico.

Uno de los “think tanks” más poderosos de los EEUU, la Heritage Foundation, ha dado muestras de estar preparando el terreno, tanto a nivel internacional como doméstico, para aprovechar esta coincidencia geopolítica si llega a darse. Inclusive han redactado un manual político que podría, eventualmente, orientar la acción de los ejecutivos. Y sorprende el solapamiento de los temas mencionados en él, comunes a realidades tan disímiles como los EEUU, el oriente europeo, algunos países sudamericanos y los grandes estados del Mediterráneo: agenda social conservadora, achicamiento de todo lo público, regresión en legislaciones de tercera y cuarta generación (derechos sexuales y reproductivos), énfasis securatista, exclusión y anti inmigración.

El presidente norteamericano, Joe Biden, dijo, antes de retirarse de la carrera por la reelección, que el manual de la Heritage, conocido como “Proyecto 2025”, era el programa de Trump y de los Republicanos; el magnate salió de inmediato a desmarcarse, afirmando que eran ideas “ridículas y pésimas”, pero es innegable la coincidencia con las bases de su partido y de su anunciado programa de gobierno: apoyo a la familia tradicional, según la concepción bíblica del matrimonio y de los hijos (con consecuentes limitaciones al acceso al aborto y a las píldoras anticonceptivas); reversión de los planes de formación en cuestiones de género y derechos LGTB; desmantelar la administración federal, con el abandono de docenas de políticas públicas y el achicamiento del aparato estatal (la Heritage propone reducir a mínimos el ministerio de Justicia, la policía federal -FBI-, y hasta hacer desaparecer el ministerio de Educación); reforzar las fronteras exteriores; contener la inmigración irregular; generar deportaciones masivas; y aumentar la seguridad nacional. Y otro punto en común con ultraderecha global: contener agresivamente a China, rompiendo inclusive los lazos comerciales. Un manual para los escenarios que vienen.

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