El gobernador Martín Llaryora debió recalcular su estrategia hacia la Nación dos veces en menos de dos años. La primera vez fue la recordada alusión a los pituquitos de Recoleta, la segunda, su proyecto de proyección nacional de la mano de Provincias Unidas. En ambas los cordobeses le dejaron un mensaje en las encuestas y en las urnas: Fuiste elegido para gobernar Córdoba.
A tono con la difícil digestión de la aplastante derrota del 26O, el mandatario provincial se propuso enviar dos mensajes a la ciudadanía con un presupuesto acorde a los tiempos libertarios: el primero es el recorte de impuestos que resignarán 900.000 millones de pesos de recaudación. El otro aviso es implícito pero serio y contiene una derivación de la quita impositiva y es el achique que se derivará de la misma. ¿Dónde estará la menor inversión del Estado? Desde los despachos del Panal aseguran que el gasto social no sufrirá quitas por lo que no hay dudas que será la obra pública la que se sacrificará.
La gestión cordobesista ha decidido atar su suerte al crecimiento del 6 por ciento que prevé el presupuesto nacional que se tratará en extraordinarias desde el 11 de diciembre con la nueva conformación del Congreso. Si esos números se cumplen, Córdoba compensará el ajuste pero si eso no ocurre, Llaryora enfrentará el problema de maridar quita de impuestos con inversión social.
Una apuesta al recorte que puede ser costosa
El presupuesto presentado el viernes en la Legislatura por el ministro de Finanzas Guillermo Acosta se comenzó a preparar antes de las elecciones pero obtuvo su versión final después de conocidos los resultados. El gobernador consultó con los ministros la magnitud del ajuste en cada cartera priorizando sólo lo imprescindible y confiando que la inversión privada será una de las claves que inclinen la balanza a su favor. Pero en un distrito tan vinculado a la producción agropecuaria y la industria apostar a la reactivación parece una quimera cuando la caída del uso de la capacidad instalada cayó 8 puntos en dos años y el derrumbe del consumo se mantiene en 9 puntos negativos respecto del año pasado.
Pero por el momento en la sede del gobierno festejan que dejaron a la oposición sin argumentos para quejarse. “Les quitamos el discurso del impuestazo” dicen y los ministros y el resto de los funcionarios salieron a las redes a calificar como histórico el anuncio. Sin embargo, elevar las expectativas de la gente en torno a una rebaja puede ser contraproducente a la hora de la materialización de los cedulones. Si no se terminan de alinear la ilusión de los contribuyentes y los números reales que deberán pagar puede ser un arma de doble filo.
Por su parte, el intendente Daniel Passerini enviará su presupuesto el miércoles al Concejo Deliberante y estará alineado al de la Provincia. Es de esperar que la magnitud del ajuste sea un poco mayor porque los problemas de endeudamiento son más difíciles de afrontar para el municipio. A la rescisión de costosos alquileres de oficinas heredados de la gestión anterior se sumarán reducciones de la planta política y quitas progresivas de subsidios al transporte hasta que la cifra llegue a cero. El aumento del boleto del viernes pasado es solo un anticipo de lo que se viene: “La gente votó que no quiere más subsidios” dicen cerca del intendente.
El 2027 es una carrera que ya se largó
Rodrigo de Loredo dejará su banca el 10 de diciembre y marcará un hito en la UCR cordobesa que se quedará sin legisladores nacionales por primera vez en su historia. Pero lejos de promover un debate sobre la situación del partido y su relación con los ciudadanos, el diputado saliente eligió pre candidatearse para gobernador en el 2027. Atrás quedaron sus consejos en las reuniones partidarias donde reclamaba que no se hablara de candidaturas porque “a la gente no le interesan”. El cambio rotundo de estrategia tiene dos direcciones: por un lado quiere bloquear discursivamente a Luis Juez que siempre está lanzado como aspirante a la gobernación. Deberá optar por un perfil desafiante ante un antagonista que maneja hábilmente la conversación pública.
El otro objetivo de su lanzamiento temprano es el jefe del bloque libertario en la Cámara Baja. Gabriel Bornoroni está confiado por la victoria electoral que lo puso como uno de los preferidos de la hermanísima Karina Milei que dirimirá candidaturas si todo marcha de acuerdo al plan. Tal vez, De Loredo intuye que eso no pueda pasar y por eso aspira a estar en primera línea de largada en la carrera para llegar al Panal.
Milei con el ego en alza, los gobernadores con la calculadora y todos ya piensan en 2027
