Mercado libre

Por Eduardo Ingaramo

Mercado libre

Mercado Libre (fundada hace 25 años), había comenzado como un Marketplace (un lugar de subastas en línea) y evolucionó hacia una plataforma de compra-venta por medios electrónicos.

En 2003 se creó Mercado Pago como una fintech que liquidaba las operaciones. También creó Mercado Envíos, una empresa de logística con depósitos, transporte y distribución de los productos que se comercializan en la plataforma que domina el 80% del mercado. Todo bajo una sola empresa integrada.

De ese modo, Mercado Libre opera como plataforma de e-commerce, liquidadora de pagos y cobros, de logística y transporte, de depósitos y ahorros públicos, además de importar productos de alta rotación, con los que compite contra sus propios anunciantes a quienes posterga en las búsquedas respecto de la oferta propia.

Como Plataforma de e-commerce ha absorbido o hecho desaparecer a varios de sus competidores –DeRemate.com, OLX, etc.- en la venta en línea, mientras que opera con grandes ventajas respecto de otras liquidadoras de pagos –que solo sobreviven en pequeños nichos- y con MODO con quien sostiene una disputa por el reparto del 0.8% de esa tarea, que otros países como España o Brasil no supera el 0.4%.

Durante años, usó y abusó de las terminales de pagos electrónicos para su uso exclusivo, postergando la interoperabilidad con otros sistemas, que solo recientemente han logrado imponer esa función.

En la recepción de depósitos y otorgamiento de préstamos compite con los Bancos y otras fintech (Tarjeta Naranja, Ualá, por ejemplo) con la enorme ventaja de otorgar preferencias a sus compradores de e-commerce para que utilicen sus cuentas y sin las obligaciones de sucursales físicas, encajes, cajeros automáticos, medidas de seguridad, etc. que si tienen los bancos. Mientras mantiene conflictos con “La Bancaria” por el encuadramiento convencional de sus trabajadores en el sector.

En la logística ocurre algo parecido en la medida que monopoliza el transporte de los productos comercializados en su plataforma entre los depósitos de las ciudades mayores, dejando para sus competidores solo la distribución en el interior del interior a donde llegar es más costoso y menos rentable.

En esos depósitos y transportes tiene convenios propios con un sindicato creado solo para Mercado Libre –de allí sus disputas con Camioneros- que tiene menos derechos y costos que los que pagan otras empresas competidoras.

Mercado Libre recibe subsidios impositivos y exenciones a la seguridad social de la ley 27507/19 de promoción de la economía del conocimiento, como antes lo había hecho de la ley de desarrollo de software. La cifra publicada de subsidios en sus balances presentados ante la SEC (Security Exchange Comission) que controla las empresas cotizantes en Wall Street es de más de US$ 100 millones en 2023, a una empresa cuyo resultado fue de más de 1100 millones, con una capitalización bursátil de más de 100.000 millones.

Además mantiene subsidios provinciales en Ingresos Brutos –en CABA y algunas provincias- y municipios.

Hoy Mercado Libre cobra a los vendedores entre un 3 y 5% de comisión en operaciones que paga a los 90 días y hasta un 15% si es de pago inmediato, mientras cobra a los compradores por obtener beneficios “Premium” como transporte o seguro.

Con un mercado monopolizado en e-commerce, dominante en logística y distribución, con ventajas en la liquidación de pagos y cobros, en depósitos y financiamiento. Con beneficios impositivos y en aportes patronales, sindicato propio, etc. es el paradigma de la ausencia de competencia, la concentración y abuso de posición dominante y causa del escaso desarrollo del sector en nuestro país, respecto de los vecinos.

No es extraño que los líderes de e-commerce mundial (Amazon, Alíbaba, eBay, Taobao, etc.) no estén presentes en el país, dado que el monopolio de Mercado Libre les ha mostrado su poder para eliminar la competencia, sobre todo porque por su integración vertical recibe beneficios extraordinarios de vendedores, compradores, el Estado, los sindicatos, bancos, empresas de logística, entre otros.

Es histórico que en los países más desarrollados del mundo este tipo de empresas han sido desde inicios del siglo XX, obligadas a desmembrarse (Standart Oil, Bell Telephone, AT&T) y en estos últimos años todas las grandes empresas globales (como Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft (GAFAM)) han sido obligadas a separar servicios e eliminar restricciones y favoritismos a sus productos, que compiten con otros proveedores, con grandes multas de cientos o miles de millones.

Las excepcionalidades de nuestro país son al menos dos: Mercado Libre demanda a los bancos de MODO por cartelización y que nuestro presidente diga que los (Galperín) “son héroes por hacerse ricos” y que viene a “achicar el Estado para agrandar los bolsillos de los más ricos” ridiculizando aquella máxima de Martínez de Hoz que rezaba “achicar el Estado para agrandar la patria”.

Para solucionar el problema de la concentración monopólica y abuso de posición dominante, hay una solución simple. Exigir como prevé ley, que Mercado Libre se desmembre en varias empresas y deje de ejercer su control accionario, como en su momento se hizo con los bancos respecto de Prisma que gerenciaba las tarjetas de crédito, lo que permitió el florecimiento de otros competidores y la disminución de los enormes costos que cobraban a los usuarios.

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