Rescatando a Manuel Ugarte

Carta de lectores

Rescatando a Manuel Ugarte

Sr. Director:

Dentro de los grandes patriotas sepultados por nuestra Historia, bien vale recuperar a Manuel Ugarte: periodista, escritor, político y viajero incansable; poco conocido, por cierto, pero con una trayectoria y un pensamiento innovador que marcó los albores del siglo XX, no sólo en Argentina, sino también en Latinoamérica.

Desde un principio, a través de sus numerosos viajes, donde iba recabando experiencias valiosísimas, detectó que Estados Unidos de Norteamérica (los “yankees”, como él decía), con su capitalismo voraz, no iban a tardar mucho tiempo en convertirse en el país imperialista que hoy es, superando en ese sentido a la ya declinante Gran Bretaña.

Supo ver, desde un primer momento, que aquellos héroes latinoamericanos que pregonaban por la unidad continental tenían razón, y que esa era la única forma de oponerse al avasallamiento de los imperios, que sólo buscaban extraernos la materia prima e impedir, con la complicidad de las oligarquías locales, nuestro desarrollo industrial.

Ello pese a que Manuel Ugarte pertenecía a esa “oligarquía perniciosa”: su familia era muy rica, pero él decidió bregar por una Nación pujante, en conjunción con el resto de los países hermanos; sabía que la división que se impuso a la América hispana en diversos Estados respondía esencialmente a una necesidad imperialista de mantenernos en ese statu quo.

Al principio, no encontró sentido a las ideologías de izquierda, puesto que éstas rechazaban el concepto de «Nación», fundamental para él, por lo cual adscribió al socialismo del frances Jean Jaures, quien pregonaba por un sistema que conjugaba el internacionalismo y el patriotismo.

Manuel Ugarte, en relación al socialismo de Juan B. Justo, sostenía que tenía serias falencias, y que éstas se debían a un desconocimiento de la cuestión colonial, asunción de una cultura antinacional difundida por la oligarquía y, en particular, por la historia mitrista, como así también, marcada por los principios económicos que sellan, según él, el vasallaje (división internacional del trabajo, moneda «sana» y librecambio). Como vemos, estos conceptos hoy se encuentran representados en el neoliberalismo que continúa contaminando nuestro pensamiento, impidiendo, una vez más, en tándem con la oligarquía (hoy “círculo rojo”) un despegue definitivo, que nos impulse al escalón de los países del Primer Mundo.

Lo saludo atentamente, Sebastián Lanza Castelli

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