Tras aplicar uno de los ajustes más severos de la historia económica argentina, el gobierno celebra la baja de la inflación, la quietud en la cotización del dólar y el comportamiento de un mercado que viene dando buenas noticias hace casi dos meses, incluida la caída del riesgo país a niveles inferiores a los 1.000 puntos.
La pregunta es cuánto tiempo tardará esa mejora en los indicadores en traducirse en una reducción de la pobreza, que supera el 50%, niveles intolerables para un país con el potencial de la Argentina.
En el gobierno son optimistas y aseguran que la pobreza ya empezó a bajar, y que eso se apreciará en la próxima medición oficial.
Sostienen, además, que los salarios ya empezaron a recuperar posiciones y le ganan a una inflación mensual que habría rondado el 3% en octubre.
Con un costo de vida controlado y el éxito del blanqueo de capitales que permitió contener cualquier desborde cambiario, el Banco Central resolvió bajar la tasa de interés.
El próximo paso del equipo económico podría ser reducir la depreciación del peso, que es del 2% mensual, con el fin de contribuir a que el costo de vida baje otro peldaño.
El blanqueo permitió el ingreso de unos US$ 19.000 millones y terminó de licuar las últimas dudas que había entre los inversores sobre los pagos de vencimientos de deuda del año próximo.
«El programa económico está dando resultados, y los indicadores sociales registran una mejora, esto se traducirá en mayor respaldo político para el oficialismo en las legislativa de medio término», es el análisis que hacen en Wall Street.
También se mira con atención el nuevo mapa político que se dibujará en los Estados Unidos a partir de las elecciones presidenciales del martes, donde se disputarán el poder Kamala Harris y Donald Trump.
Las opiniones están divididas sobre si existe un resultado más favorable para la Argentina, sobre todo teniendo en cuenta el peso decidido que la primera economía mundial tiene sobre el Fondo Monetario Internacional.
En el plano local, existen fuertes conglomerados empresariales apoyando los pasos que está dando el gobierno. Aún incluso aquellos sectores que llegarán en último término a la recuperación parecen inclinarse por este modelo, como las grandes industrias.
También los agroexportadores apuestan por Milei, y se apresuraron a destacar la fuerte liquidación de divisas de octubre último.
La duda es cuánto tiempo le tomará a este alineamiento de planetas de la esfera económica traducirse en mejoras sociales que permitan identificar una baja en los índices de pobreza.
Cerca de Milei aguardan que eso llegue más temprano que tarde y hasta auguran que la próximo medición arrojará un índice de pobreza incluso por debajo del 50%.