Señor Director:
En la edición en papel del lunes 31 de julio se publicó una nota firmada por Luis «Vitín» Baronetto sobre Monseñor Enrique Angelelli y su labor en el episcopado de Córdoba. Muy prolija y con un interesante anecdotario, lleva no obstante un sesgo que llama a ciertas aclaraciones.
Como católico fiel a la tradición en la Iglesia, nada encuentro objetable en los episodios que se relatan, y que muestran la sensibilidad social de Monseñor Angelelli, pues todos ellos se ajustan a la Doctrina Social de la Iglesia desde «Rerum Novarum» del Papa León XIII a fines del siglo XIX. Con lo que quiero decir que el catolicismo tradicional no era incompatible con la justicia social como aspiración de una sociedad auténticamente cristiana. Lo uno no desmerecía lo otro, y el desarrollo social no imponía ni impone la supresión de la tradición en la Fe, la Moral y la Liturgia, como algunos piensan.
Algo más: la pertenencia a una familia de prosapia cordobesa no debía ni debe confundirse con el catolicismo tradicional. Es compatible con éste, pero también con un rancio conservadorismo que resista avances en la justicia social.
Saludo a Ud. con mi consideración y respeto, José H. González del Solar