La soledad del presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), Carlos Rosenkrantz, volvió a quedar en evidencia durante este fin de semana. El máximo tribunal fue contra la solicitud de la UCR (Unión Cívica Radical) y del PRO y habilitó la consulta popular que convocó el gobernador de La Rioja, Sergio Casas, y que efectivamente se realizó ayer.
El plebiscito buscó legitimar un proceso de enmienda constitucional en la provincia. En concreto, el mandatario provincial llamó a las urnas para validar su candidatura a la re-reelección.
De esta manera, el máximo tribunal consideró que no su intervención no correspondía en el marco de la consulta popular. Sin embargo, resaltó que “la validación de la consulta no implica que se legitime el acto de fondo” y que ese es “otro capítulo”.
Más allá de la consulta popular y su resultado, resultó de particular interés el fallo que habilitó el proceso, porque volvió a poner en discusión la falta de apoyo de la Corte Suprema al gobierno nacional. El único que votó a favor del amparo presentado por los diputados nacionales Héctor Olivares (presidente de la UCR en La Rioja) y Marcelo Wechsler (interventor del PRO en la provincia), fue el mismo Rosenkrantz.
Los jueces Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti y Elena Highton de Nolasco, fallaron en contra. El magistrado Carlos Maqueda no estuvo presente el viernes pasado, cuando la votación se llevó a cabo.
No es la primera vez que Ronsenkrantz y el Gobierno reciben un fallo adverso. De hecho, el año pasado cerró de la misma manera. En diciembre del año pasado, el máximo tribunal decidió, por mayoría, que no es aplicable el conocido principio “dos por uno” a condenados por delitos de lesa humanidad y a personas que no hubieran estado detenidas durante la vigencia de dicha ley. El único que votó en disidencia fue Rosenkrantz. La misma situación se presentó en un fallo que terminó favoreciendo a los jubilados.