El debate final tuvo un tono confrontativo y beligerante entre los candidatos

El debate final tuvo un tono confrontativo y beligerante entre los candidatos

A las 21 en punto comenzó anoche el segundo debate presidencial obligatorio que enfrentó nuevamente a los seis candidatos a ocupar la presidencia, de cara a las elecciones del próximo domingo. El escenario del evento fue la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), bajo la organización de la Cámara Nacional Electoral. El primero en hablar fue el actual presidente, Mauricio Macri (Juntos por el Cambio), que comenzó saludando a las madres por su día y luego remarcó que siempre fue coherente con lo que dice y piensa. “Yo no cambio para acomodarme”, remarcó. El segundo en presentarse fue Nicolás Del Caño (FIT) que se hizo eco de las críticas al formato del debate y destacó la “rebelión” que hubo en Chile. Luego, Roberto Lavagna (Consenso Federal) recordó que las crisis se repiten cada 15 años en el país y “los pueblos no tienen paciencia infinita”.

A su turno, José Luis Espert (Unite) dijo que los postulantes son parte de un sistema “que destruye a los ciudadanos de a pie” y que forman parte de un “virus” que “se está comiendo al país”. Alberto Fernández (Frente de Todos) señaló que en esa facultad se educó y que educa. Luego habló de las críticas a su dedo índice y pidió que se ocupen de los “índices más importantes” como los de la pobreza, el desempleo y la inflación. En tanto, Juan José Gómez Centurión (Frente NOS) recordó que muchos se quejaron de que su exposición pasada fue muy larga y, en esta oportunidad, hasta le sobraron 20 segundos de los 45 asignados para su presentación.

Dentro de los tópicos a debatir, fueron los correspondientes a «Empleo, producción e infraestructura» en donde más discrepancias hubo entre los candidatos, especialmente por los cruces de Macri y Fernández, quienes se propiciaron acusaciones mutuas por las denuncias de corrupción en los gobiernos kirchnerista y macrista, el blanqueo de capitales y la transparencia en la gestión del Estado. El Presidente consideró que era “imposible de creer” que Fernández durante su rol de jefe de Gabinete no haya visto lo que el propio mandatario calificó como una “matriz de corrupción” en la obra pública, y en ese contexto el candidato del Frente de Todos mencionó a su padre, Franco Macri, que murió en marzo pasado. “Usted se pregunta cómo yo en mis años de jefe de Gabinete no vi la corrupción de la obra pública y usted en el clan Macri ¿no vio la corrupción de la obra pública Presidente?, ¿no vio lo que pasaba en su familia?, después nos contó cuando su padre murió que su padre era responsable”, espetó Fernández. Minutos más tarde, el jefe de Estado mencionó que “es de muy mal gusto citar a una persona que ya no está en este mundo y no se puede defender”.

La discusión también subió de tono durante el panel “Federalismo, calidad institucional y rol del Estado”, en el que se volvieron a enfrentar por la coparticipación, las provincias y los medios de comunicación. Fernández prometió que si llega al Ejecutivo buscará “prevenir” para “terminar con los empresarios que corrompen y los funcionarios que se dejan corromper”. “Macri vino diciendo que iba a poner orden, pero lo primero que hizo fue proponer a dos jueces en la Corte Suprema por decreto y designó jueces a su antojo”, enumeró. Y agregó: “La Argentina dice ser un país federal, pero en verdad no lo es. Las provincias mendigan la parte que les toca”. A su turno, el líder del PRO cuestionó que “ahora el kirchnerismo habla de federalismo” pero durante su gestión gobernó con “el látigo y la chequera”, y sostuvo que en su mandato dio obras y más recursos al interior. “Ahora quieren la libertad de prensa, pero a la vez se fantasean con una Conadep para juzgar a los periodistas”, señaló Macri”.

En su intervención, Del Caño cuestionó a Macri por vetar la ley que limitaba los aumentos de tarifas y por hablar de “transparencia cuando en su gobierno se firmó un decreto para salvar a su familia de pagar el Correo”. Mientras que Lavagna planteó una “reprogramación territorial” y señaló que debe darse una nueva ley de coparticipación. Durante esa discusión, Gómez Centurión dijo que “las dos fórmulas principales están hilvanadas por la corrupción”. Además, recordó que el postulante a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto, tuvo “complicidad” porque “trabajó y protegió los fueros” de Cristina Fernández de Kirchner. En su alocución, Espert sostuvo que el sistema de distribución de recursos por coparticipación debe anularse: “Aquí hay un solo recaudador y 26 gastadores”, en referencia a las administraciones del interior. “Cada provincia debe vivir con lo que recauda”, concluyó.

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