Un día después de haber elogiado el trabajo “histórico” de Gendarmería Nacional durante sus cuatro años de gestión al frente del Gobierno, Mauricio Macri confirmó el viernes último que la ministra saliente de Seguridad, Patricia Bullrich, será la próxima presidenta del partido Propuesta Republicana (PRO) a partir de 2020. La reunión partidaria se realizó en la Quinta Presidencial de Olivos y contó con la presencia de Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y dirigentes PRO de los 24 distritos electorales del país.
Allí, Macri propuso a Bullrich para presidir su fuerza política para las elecciones previstas para febrero del año próximo, y suceder en el cargo al actual senador Humberto Schiavoni. Al parecer, entre los asistentes a la cumbre nadie opuso resistencia e incluso caracterizaron la decisión presidencial como “estratégica”.
La elección de Bullrich, además de ser una sorpresa para propios y ajenos a la fuerza que gestó el mandatario saliente, marca la preferencia de Macri por el ala más dura dentro de Cambiemos para posicionarse -a partir del 11 de diciembre- como jefe de la oposición. Una situación que genera resistencias en algunos dirigentes de la coalición que buscan que el espacio sea más “horizontal” luego del traspié electoral (ver aparte).
También la continuidad que le dará Macri en su nuevo rol a la agenda securatista de la ministra, en un contexto regional atravesado por crisis político-sociales, de convulsión ciudadana y el surgimiento de líderes de extrema derecha como el brasileño Jair Bolsonaro. En el encuentro también se abordó la necesidad de bajar tensiones con la UCR y la Coalición Cívica luego de la derrota y de mantener unido a Juntos por el Cambio para seguir representando “al 40% del electorado” que se inclinó por esa fuerza en las elecciones de octubre.
“La primera alternativa es ser oposición pero nos vamos a preparar para volver a ser gobierno”, dijo Bullrich el fin de semana en declaraciones a la prensa al referirse al rol que tendrá como presidenta del PRO. “Si me dan la responsabilidad de conducir el partido, lo voy a conducir, no tengo medias tintas. La conducción y liderazgo no se imponen, se ejercen, se construyen”, sostuvo.
Finalmente, volvió a defender los protocolos de seguridad que fueron creados durante el gobierno de Cambiemos, tras las declaraciones de Alberto Fernández, para derogar el que regula el uso de armas de fuego por parte de la policía, conocido como la “doctrina Chocobar”. “Tienen que mirar las cosas con un poco más de detenimiento, sin anteojeras”, le recomendó al presidente electo. Y le pidió que “antes de tomar la decisión lo piense, lo hable y no tenga un comportamiento tan automáticamente ideológico”.
Massot le reclama a Cambiemos una mayor autocrítica
A días de concluir el mandato del presidente Mauricio Macri, el titular de la bancada PRO en Diputados, Nicolás Massot, dijo que “no es bueno disfrazar las derrotas de victorias”, en relación a la estrategia del mandatario nacional y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, centrada en destacar la mejora entre el porcentaje que obtuvo el oficialismo en las generales con respecto a las Paso.
“No hay que perder de vista que la elección se perdió y no es bueno disfrazar las derrotas de victorias porque impide la autocrítica”, dijo. Massot también se refirió a los liderazgos dentro de Juntos por el Cambio en los próximos años. “Tenemos el deber de mantener el frente político, pero no tal como está, con las mismas caras, los mismos nombres, los mismos partidos, que son al final de cuenta accidentes o formalidades: nos debemos a lo que la gente votó”, sostuvo.
En relación a la centralidad de Macri, comentó: “Va a arrancar con la inercia del resultado electoral y de haber terminado cuatro años al frente de la presidencia y como conductor del espacio. Con el paso del tiempo lo que tendríamos que empezar a ver es la emergencia de otro tipo de liderazgos, no necesariamente de su propia fuerza, que muestre una diversidad que muchos reclamamos y nunca llegó”, remató.