Se trata de una de las demandas más urgentes del colectivo travesti-trans, que lleva el nombre de dos de sus históricas referentes: Diana Sacayán y Lohana Berkins. Fuera y dentro del recinto, militantes del colectivo celebraron con emoción la sanción de la norma, que estipula que el Estado nacional deberá garantizar un mínimo del 1% de su planta laboral para personas travestis, transexuales y transgénero.
Además, tendrá que cumplir una serie de obligaciones de no discriminación” en el acceso a los puestos de trabajo y habrá incentivos económicos para contrataciones en el sector privado. Nos llena de emoción que la ley sea aprobada. Es un reconocimiento a una lucha histórica y a que nuestras vidas valen, que tenemos derecho a una ciudadanía plena”, dijo Thiago Galván, vicepresidente de la Liga LGBTIQ+ de las Provincias.