El anuncio del principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar la deuda de 44.000 millones de dólares contraída por la administración de Mauricio Macri sacudió el tablero político nacional, con repercusiones que alcanzaron al propio oficialismo, donde el silencio del sector comandado por la vicepresidenta Cristina Fernández eleva la incertidumbre ante la principal batalla que tendrá el Gobierno, conseguir su aprobación en el Congreso.
Acaso por esa razón, el presidente Alberto Fernández salió el fin de semana a sentar posición respecto al preacuerdo para despejar dudas en el frente interno. “La tragedia no es el acuerdo que hicimos con el Fondo: la tragedia es haber vuelto al Fondo” aseveró en una entrevista publicada ayer por un medio porteño, donde aclaró que “no celebro lo que firmamos: esa no es la expresión correcta; no hay nada que celebrar. Pero si el viernes no firmábamos, hoy estaría analizando si decretábamos feriado cambiario el lunes”, en referencia al default que se evitó con el pago del vencimiento por más de 700.000 de dólares al FMI.
Ya el sábado, el Presidente se había mostrado muy crítico con el organismo multilateral en un guiño a los sectores más duros del oficialismo, al aseverar que “el FMI debe hacer una autocrítica profunda sobre su política permanente”, a la vez que insistió en que el entendimiento alcanzado “garantiza que no habrá reducción en inversión social ni en obras públicas”.
La sentencia fue respaldada por distintas voces del oficialismo, aunque la letra chica del acuerdo es una incógnita, lo que genera incertidumbre de cara a la discusión parlamentaria. “Es una muy buena noticia para el país”, ya que el pacto “no impone ni condiciona” sino que “genera confianza, dentro y fuera del país”, aseveró el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, mientras que el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio (JxC) en el Senado, Alfredo Cornejo, aclaró que la oposición espera conocer los detalles del convenio para avanzar en su respaldo en el Congreso, aunque aclaró que “preferimos mil veces este acuerdo al default”.
“La oposición no va a ponerle obstáculos al Gobierno”, prometió a su vez el diputado nacional Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos), a pesar de que no conozca “los detalles” del acuerdo. “Vamos a dejar que (la gestión de Fernández) pueda resolver este tema tan complejo con los organismos multilaterales y el Club de París. Sería muy malo para la gobernabilidad que la oposición obstruyera ese esfuerzo”, completó.
Incluso la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, señaló que “JxC no va a negar el financiamiento” al Gobierno, aunque reclamó conocer la “letra chica” del convenio. “No vamos a acompañar esta porquería de acuerdo con el FMI porque representa el modelo del fracaso argentino donde la Casta Política nunca ajusta y siempre terminan destruyendo al sector privado. Esta vez el ajuste lo tiene que pagar la política”, anticipó a su vez el ultraliberal Javier Milei.
Desde el oficialismo, el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, Carlos Heller (FdT) ponderó el acuerdo al remarcar que “el Gobierno heredó una situación de endeudamiento insostenible e inviable. En ese marco, el acuerdo con el FMI que se ha conocido puede considerarse aceptable”, agregó. Sin embargo, desde el Movimiento Patria Grande sacaron un comunicado titulado “La deuda sigue siendo con el pueblo”.
“Finalmente el Gobierno anunció un acuerdo con el FMI. No podemos celebrarlo. No ponemos en duda la voluntad política y el trabajo por llegar, en medio de la crítica situación, a un arreglo con el organismo internacional que condicione lo menos posible a nuestro país”, expresó el legislador Federico Fagioli. Así las cosas, nada está dicho aún en la discusión que se abrirá en el Congreso, donde la incertidumbre está instalada tanto en el oficialismo como en la oposición.
El propio FMI, en tanto, anunció que llegó a un “entendimiento sobre políticas clave” con la Argentina, pero aclaró que el “acuerdo final” aún está en discusión y deberá tener la aprobación del Directorio Ejecutivo de ese organismo. Tras afirmar que “una estrategia para reducir los subsidios a la energía de manera progresiva será fundamental para mejorar la composición del gasto público”, el organismo aseveró que “el personal del FMI y las autoridades argentinas continuarán su trabajo en las próximas semanas para llegar a un acuerdo a nivel de personal”.
Crece la incertidumbre ante el silencio de CFK
“Hasta aquí todavía no se ha expresado la vicepresidenta, y esa es la gran duda. Si Cristina (Fernández) no apoya esto nosotros no estamos ni en condiciones de someter a nuestra fuerza a esta discusión”, aseveró el sábado el senador radical Alfredo Cornejo, quien reclamó explícitamente que la vicepresidenta diga “si está a favor de este entendimiento o no. El Gobierno manifiesta que tiene el apoyo de Cristina, pero Cristina no ha dicho ni pío hasta aquí”. El curioso reclamo anticipa un conflicto en ciernes para el Gobierno, que podría quedar encerrado en un peligroso juego de pinzas en el Congreso, donde debe obtener la aprobación del acuerdo con el FMI. Por un lado, la posible resistencia del núcleo duro del kirchnerismo al acuerdo con el Fondo. Por el otro, la posibilidad de que la oposición se agarre de esa interna del Frente de Todos (FdT) para birlar su respaldo al acuerdo con el organismo de crédito. Sin embargo, en un gesto para distender las divisiones internas, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, salió a respaldar a la gestión de Fernández por el acuerdo alcanzado y le reclamó a la oposición que “colabore”. “El gobierno de Macri contrajo la deuda más grande de la historia del FMI, a devolver en sólo 5 años. En estos 2 años ya se pagaron US$ 6.400 millones; en los próximos 2 meses vencen US$4.000 millones más y en los próximos 2 años, otros US$43.000 millones. Impagable. Imperdonable. El Presidente anunció hoy que el FMI refinanciará esos vencimientos, lo que evitará una verdadera catástrofe en lo inmediato. Esperamos que la oposición colabore y se haga cargo del desastre que dejó a su paso”, expresó Kicillof en su cuenta de Twitter. Fue sin embargo el único hombre cercano a Fernández de Kirchner que manifestó su apoyo. El ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, incluso admitió ayer que existen “tensiones y matices” en el FdT, aunque se mostró confiado en que finalmente todos los sectores de la coalición terminarán cerrando filas en apoyo al acuerdo.